Seis refugiados cubanos en Islas Caimán salvaron la vida de un hombre que quedó atrapado en su carro segundos antes de que el vehículo fuera devorado por las llamas.
El accidente ocurrió el pasado domingo por la noche en Bodden Townu, localidad situada en la isla de Gran Caimán, luego de que el vehículo se estrellara contra una pared y debido al impacto el chofer quedara inconsciente en su asiento.
A. Silveira, uno de los miembros del grupo, reveló al diario Cayman Compass que su primera reacción al ver el accidente fue ayudar al conductor, aunque al hacerlo él mismo corriera peligro.
“No pensé en eso. Para mí, se trataba de moverse rápido y sacarlo del auto”, dijo.
Él y sus compañeros conversaban alrededor de las 8:30 de la noche afuera de una casa situada cerca de Condor Road y Easy Street, cuando vieron que un Kia Cerato gris embistió una pared y comenzó a echar fuego.
Sin la rápida intervención del grupo, lo más probable es que el conductor hubiera muerto. Sin embargo, no sufrió ninguna lesión.
“Imagina. Si no lo hubiéramos sacado del auto, se habría quemado. No reaccionaba y la puerta estaba bloqueada. Logramos abrirla a la fuerza y pudimos sacarlo”, recalcó Silveira.
El emigrante agregó que testigos presentes en el lugar aplaudieron el gesto de los cubanos. “Si tuviera que volver a hacerlo, sin duda lo volvería a hacer”, subrayó.
El incendio fue sofocado por agentes del Servicio de Bomberos que fueron llamados.
El martes, la policía emitió un comunicado en el que informó que el chofer, un hombre de 26 años residente en West Bay, fue arrestado bajo sospecha de manejar bajo los efectos del alcohol. En este momento se encuentra libre bajo fianza aunque la investigación del suceso no ha concluido.
Los oficiales que acudieron al lugar detectaron olor a alcohol al hablar con él y le hicieron una prueba de alcoholemia que reveló un contenido de alcohol en sangre de 0,136 por ciento.
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