Participantes de la sentada del 27N frente al ministerio de Cultura se reunieron en un punto no especificado de La Habana para celebrar los dos meses del histórico acontecimiento y homenajear a José Martí en el aniversario 168 de su natalicio.
En una conexión directa desde la página del Movimiento 27N, los congregados leyeron un comunicado frente a un busto del héroe nacional de Cuba. Tras la lectura del documento, los asistentes recitaron los versos de Martí que comienzan diciendo “cultivo una rosa blanca”.
“Dos meses después de los históricos sucesos del 27N, y frente a esta estatua de José Martí, de quien mañana 28 de enero celebramos el 168 aniversario de su natalicio, nos congregamos nuevamente para “cultivar y ofrecer” nuestra rosa blanca. La de la paz, la del diálogo, la de la amistad cívica, la de la reconciliación, la del perdón, la de la transparencia, la de la bondad, la del bien y la belleza, la de la poesía”, comenzó leyendo uno de los activistas que acudieron al acto.
El pasado 27 de noviembre se reunieron espontáneamente frente a la sede del ministerio de cultura más de 500 artistas, periodistas, activistas e integrantes de la sociedad civil para protestar por el violento desalojo sufrido por los huelguistas de hambre que se encontraban acuartelados en la sede del Movimiento San Isidro (MSI) exigiendo la liberación del rapero Denis Solis, injustamente procesado y encarcelado por el delito de desacato.
“Hoy venimos una vez más, a insistir en el diálogo, pero también a exigir ser escuchados, a ejercitar nuestra libertad como ciudadanos, y a celebrar la unidad, la serenidad y la perseverancia que hemos mantenido alrededor de los sucesos del 27 de noviembre de 2020. En tal sentido, manifestamos que no renunciaremos a las demandas de aquella noche, y a las que posteriormente dimos a conocer en sucesivas declaraciones”, leyeron este miércoles en su declaración.
La noche del 27N terminó cuando un grupo de los concentrados, elegidos entre todos en asamblea, accedieron a la sede del ministerio para dialogar con las autoridades y comunicarles sus exigencias. En la improvisada reunión, el viceministro Fernando Rojas prometió que los activistas serían escuchados por el ministro y otras autoridades en los siguientes días en el marco de un diálogo abierto y sin presiones.
Lejos de concretarse su promesa, las autoridades cubanas se apresuraron a montar un “diálogo” con artistas e intelectuales afines a los postulados oficialistas, dando la espalda a los jóvenes y activistas que se habían plantado el 27N. No satisfechas con burlar sus exigencias, las autoridades recurrieron a la represión, la intimidación, el acoso y todo tipo de estrategias para desarticular las demandas del colectivo.
Especialmente dura resultó la represión contra los huelguistas de San Isidro, quienes sufrieron una vigilancia policial en sus domicilios durante días, impidiéndoles salir de los mismos y coartando su libertad de movimientos. Actos de repudio, campañas de descrédito en los medios de comunicación oficialistas, secuestros y una violencia institucionalizada en prácticas execrables y lesivas de los derechos fueron las respuestas del régimen a las exigencias de diálogo de los activistas.
“Exigimos nuestro derecho a tener derechos. El derecho a la libertad de creación, de expresión y asociación, al disenso y a las libertades políticas. Exigimos el respeto y reconocimiento del posicionamiento independiente, y que la sociedad civil -de la que somos parte- sea reconocida como interlocutor válido, sin exclusiones”, expresaron los congregados este miércoles.
Asimismo, exigieron “el cese del hostigamiento, la represión, la censura, el descrédito, la difamación, la violencia policial y el odio político, los actos de repudio, o cualquier otra forma de violencia lesiva a la dignidad de la persona humana”. Además, “que los medios de comunicación oficiales pongan freno al discurso de odio, y que favorezcan condiciones propicias para la paz, el diálogo y el respeto a las personas, independientemente de sus convicciones políticas”.
Por último, reafirmaron su voluntad de seguir “exigiendo que, tal y como se acordó la noche del 27N, se abra un canal de diálogo verdadero e inclusivo, entre instituciones y ciudadanos. Un diálogo respetuoso de las diferencias y que considere todos los matices de nuestra realidad, que deje las ideologías a un lado y se centre en Cuba y el bienestar de los cubanos”.
En sus párrafos finales, la declaración resumió las ideas que han nucleado a estos integrantes de la sociedad civil: “Declaramos que nos mantendremos fieles al espíritu que nos llevó, nos animó y nos sostuvo el 27 de noviembre: La protesta cívica, pacífica, propositiva, abierta al diálogo y a la negociación con el diferente, desde una postura moderada y respetuosa, a la vez que comprometida con las libertades, los derechos y el bienestar de los cubanos todos”.
“Apostamos por una sociedad libre, inclusiva y democrática, en que quepamos todos. Y en esta hora de turbulencias para Cuba, hacemos una invitación a todos los cubanos a no ser indiferentes ante el sufrimiento y el dolor, a no ser apáticos ante la realidad que se nos ofrece como oportunidad para el cambio, a asumir las riendas de nuestras propias vidas y conquistar un futuro mejor para todos, a aportar lo que podamos --desde la fuerza de lo pequeño-- para que haya más derechos y libertades, más diálogo y reconciliación, más prosperidad y bienestar en nuestra nación”, concluye la declaración del 27N.
¿Qué opinas?
VER COMENTARIOS (1)Archivado en: