Mauricio Mendoza, el joven reportero al que arrebató el teléfono el ministro de Cultura, Alpidio Alonso, durante la manifestación del 27 de enero en La Habana, agradeció este sábado a todas las personas que habían brindado su apoyo a artistas, activistas y periodistas independientes que participaron en la protesta.
“Fueron ellos los que actuaron de manera agresiva”, dijo en referencia a los funcionarios que salieron a encarar a los manifestantes frente al Ministerio de Cultura en La Habana el pasado miércoles.
“Ahora mismo una de nuestras peticiones es que el ministro Alpidio Alonso dimita, porque ese no es el comportamiento que debería tener un representante de la cultura nacional”, agregó en otro momento. “Ha demostrado que no es competente para el cargo que está ejerciendo”.
“No queremos violencia, queremos paz, lograr convivir entre todos”, aseguró.
“Yo soy muy joven, tengo 22 años. Hay una generación que viene con nuevos ideales, nuevas propuestas y quiere ser escuchada”, enfatizó el joven, quien habitualmente colabora con el medio Diario de Cuba.
Asimismo, destacó la relevancia del momento, en que él sentía que había cohesión. “Es superimportante que en estos momentos todos los cubanos estemos unidos, estemos conectados, que nos brindemos nuestro calor humano porque de verdad lo necesitamos”, subrayó.
Por otro lado, defendió la libertad de expresión. “No se puede permitir que nos censuren nuestras voces, es un derecho de todos expresarnos y hacer ver al mundo lo que está pasando aquí en Cuba”, afirmó.
El pasado 27 de enero, una multitud de jóvenes se congregó frente al Ministerio de Cultura en el Vedado, La Habana, para protestar por una serie de detenciones a artistas y activistas, pero ahí fueron reprimidos violentamente por el titular de esa cartera y otros funcionarios, a los que se unieron efectivos de la Seguridad del Estado.
En un video trasmitido en redes sociales, se muestra el momento en que Alonso arrebata el teléfono a Mendoza, mientras este filmaba. Poco después la trasmisión fue interrumpida y varios cubanos reportaron que habían quedado sin servicio a internet a través de la red de datos móviles.
Los canales oficialistas esgrimieron la afirmación de que Alonso “se quitó un teléfono que le estaba apuntando”, negando la posibilidad de una agresión. “El ministro salió a conversar y le pusieron un teléfono casi en el rostro”, dijo un funcionario en un programa especial de la televisión cubana.
“En las imágenes que tenemos y que ellos mismos han levantado a las redes, puede verse que el ministro tiene un teléfono casi en el rostro, de esa manera no se puede dialogar”, señaló.
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