Diosvany Zalazar Cantillo, un joven de 18 años que fuera arrestado por autoridades militares cubanas, fue liberado este viernes tras pasar 57 días en un establecimiento penitenciario de la provincia Guantánamo.
El joven es hijo del opositor guantanamero Diosvany Zalazar Rodríguez, quien llevaba semanas exigiendo su libertad, luego de que lo inculparan por presuntamente esconder información sobre un hecho delictivo en el que habría participado un recluta del Servicio Militar.
La noticia de su liberación fue confirmada por el portal de noticias Cubanet, el cual afirma que tras la detención en diciembre pasado, Zalazar Cantillo fue trasladado inmediatamente y sin ningún proceso jurídico ni medida cautelar a la Unidad 1177 de Prevención en el Kilómetro 1½ de la Carretera Central a Santiago de Cuba. Días después lo llevaron para la prisión de la provincia.
El pasado 3 de diciembre el joven pidió permiso para recoger a uno de sus animales, que había entrado al perímetro del campo de tiro de una unidad militar, un hecho bastante frecuente en esa zona llena de “potreros”, contó su padre, quien es miembro de la Unión Patriótica de Cuba (UNPACU).
Cuando el muchacho entraba, coincidió que había un recluta del servicio militar obligatorio rompiendo una estructura y extrayendo unas cabillas con objetivo desconocido.
Según el opositor, el recluta fue sorprendido por los militares y golpeado por estos al instante, mientras que su hijo fue acusado de complicidad en el hecho.
Dos días después, el joven de 18 años fue citado en una unidad del departamento de prevención de las Fuerzas Armadas cubanas y detenido durante cinco días, “sin comer”, según la versión de Zalazar Rodríguez.
El 14 de diciembre el padre entregó un recurso de Habeas Corpus en Guantánamo, pero el día 17 trasladaron al muchacho al Combinado, una cárcel común sin haber sido acusado de ningún delito.
De inmediato, el miembro de la UNPACU denunció en una directa a través de Facebook que las autoridades infringieron los requisitos para mantener detenido al joven en prisión provisional.
En su defensa apeló a los artículos 362, inciso 3, y 363, apartado 4, de la Ley de Procedimiento Penal cubano.
Contó que durante el encierro su hijo "pasó bastante trabajo injustamente" y no dijo nada a la familia para no causar preocupaciones, pero que tras ser liberado les comentó que ni medicinas había en la prisión.
Su padre declara que se trata de una represalia del régimen por su activismo en la UNPACU y oposición al régimen.
"Todo lo que le está sucediendo es una forma de escarmiento para mí por mis manifestaciones y actividades contra el gobierno", expresó.
El Fiscal que atiende el caso le anunció que su hijo irá a juicio y deberá contratar un abogado.
Zalazar consultó a un letrado que le cobra 4200 pesos, de acuerdo con las nuevas tarifas implementadas por el régimen desde el 1 de enero, como parte de la llamada "tarea ordenamiento".
"Tendré que pagar esa cantidad de dinero para que me defiendan a un muchacho que no cometió ningún delito, quienes violaron todos los procedimientos legales con mi hijo fueron ellos al tenerlo encerrado por casi dos meses sin ningún juicio ni vista oral", dijo a Cubanet.
Para Zalazar, la dictadura de los Castro es la responsable de esta arbitrariedad. Al respecto, acusó al gobierno de violar los derechos humanos y destruir familias, por poner la vida de su hijo inocente en “un lugar tan peligroso” como el combinado.
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