“¿Qué pasaría si un cubano llega ahora a una frontera terrestre norteamericana, como puede ser México o Canadá?”, preguntó el periodista Carlos Cabrera, a su colega Wilfredo Cancio Isla durante la emisión de Las mañanas de CiberCuba, que este viernes giró en torno a la emigración cubana con la administración Biden y la iniciativa política Cuba Humanista.
La interrogante, dirigida a informar a la audiencia, fue respondida días atrás por funcionarios de Estados Unidos: “No vengan”, sentenció Cancio parafraseando el mensaje del Secretario de Estado Anthony Blinken durante la alocución de confirmación de su nombramiento, y agregó que “es el mismo mensaje para los cubanos y para todos los emigrantes que están tratando de pasar a territorio estadounidense”.
El también analista político advirtió que se está devolviendo a territorio mexicano a todo el que sea interceptado en el intento de cruzar la frontera hacia Estados Unidos. Al mismo tiempo, llamó a evitar actitudes violentas y de fuerza por parte de migrantes porque el “panorama totalmente cambiante desde el punto de vista legal y sanitario” representa una atenuante para la inmigración.
Aunque -adelantó- la administración Biden está “trabajando mucho… en términos de tratar de buscar soluciones, de dinamizar la política que van a aplicar”.
Este viernes el Departamento de Seguridad Nacional (DHS), anunció que, a partir del próximo 19 de febrero, miles de solicitantes de asilo que esperan en México a sus próximas audiencias ante tribunales de inmigración de la frontera podrán ingresar a Estados Unidos. Se estima que la medida favorezca entre 8 000 y 10 000 cubanos que fueron devueltos a México bajo el Protocolo de Protección del Migrante (PPM), implementado por la administracón Trumo desde 2019.
Con un millar de cubanos presos en centros de detención del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas de Estados Unidos (ICE, por sus siglas en inglés), más de 10 mil en situación de limbo migratorio en territorio estadounidense, otros cientos que conforman la avalancha de cubanos en puntos fronterizos de varios países latinoamericanos, además del “aumento en las últimas semanas de operaciones marítimas… que no se veía desde hacía mucho tiempo”, Cancio calificó este momento de la emigración cubana como “muy preocupante”.
Por su parte, el director de Estrategia del Observatorio Cubano de Derechos Humanos, Yaxys Cires, advirtió que “se mantiene el flujo de cubanos que está transitando por Centroamérica” y llamó la atención sobre el peligro que representa aventurarse a cruzar fronteras, por la violencia a la que están expuestos.
“Seamos prudentes y que nadie se lance a esta aventura porque se corre mucho riesgo”, dijo, y en consonancia con un comentario de una espectadora, lamentó “que los cubanos no tenemos la protección de la embajada del gobierno cubano”.
Más adelante, Cancio retomó este punto, con ejemplos concretos de víctimas del tráfico de personas en el contexto de la emigración ilegal y alertó sobre “las consecuencias familiares, los dramas familiares que pueden desprenderse de esta situación, ya no de separación, sino también de pérdida de la vida”.
Cabrera recordó a la audiencia que “para emigrar hay que contar también con un gobierno extranjero”, y que no hay garantías de que una vez se reabran las fronteras entren en vigor las prácticas que funcionaban antes de la crisis sanitaria.
“Lo más sensato sería esperar a que la nueva administración definiera cuáles son las reglas del juego que van a regir la migración”, acotó.
A la pregunta de en qué situación quedan las personas que han solicitado reunificación familiar, Cancio precisó que la reunificación y sus varios programas se detuvieron en 2017 a raíz de los “ataques sónicos”, los cuales comprenden unos 20 mil expedientes en espera. Aclaró que la agilización de estos programas estaría en estrecha relación con la reapertura de la embajada estadounidense en La Habana, y agregó que el programa de 20 mil visas y el otorgamiento de visas de cinco años también están detenidos.
Cancio considera que no hay nada que indique interés del gobierno estadounidense en restituir la ordenanza “Pies secos, pies mojados, ni de restaurar el programa de Parole para los médicos”, por no constituir prioridad entre problemas más urgentes con los que el gobierno tiene que lidiar en estos momentos.
En el segundo tiempo de Las mañanas de CiberCuba, Cires explicó de qué se trata Cuba Humanista: “Es una plataforma política que surge a partir de la crisis que sufre la sociedad cubana” y que la conforman cubanos de dentro y de fuera para proponer “una transición de la ley a la ley”, como mejor camino para avanzar hacia la democracia.
La plataforma política, aclaró, “está abierta a la participación de todo cubano con independencia a su posición ideológica”.
COMUNICADO La plataforma política #CubaHumanista nace ante el aumento de la represión gubernamental, el empobrecimiento...
Posted by Cuba Humanista on Friday, 12 February 2021
Cires se mostró entusiasmado con Cuba Humanista y se declaró sorprendido de la acogida que ha tenido su reciente lanzamiento por parte de cubanos interesados en involucrarse de diversas maneras en este proyecto político.
“Siempre el surgimiento de un partido político va a repercutir de manera directa en beneficio de la pluralidad y la democracia”, dijo Cabrera y preguntó a Cires si Cuba Humanista podría representar una ruptura con su militancia demócrata cristiana, de quien este fue su vicepresidente internacional para América y el Caribe.
Cires no lo interpreta como una ruptura con la democracia cristiana, sino como un punto de partida hacia la creación una línea humanista dentro de Cuba, y agregó que “los principios y valores de la Iglesia están presentes en todo el documento fundacional”. Entre ellos destacan ubicar “la persona humana como centro de la vida política y económica” y defender el derecho a la libertad y la justicia social.
Cancio observó que si bien “todas las iniciativas de pluralización y participación ciudadana son bienvenidas”, el “proceso de haitianización” de la sociedad cubana conlleva a que toda salida a la situación de Cuba deba pasar, primero, por “cómo se solucionan las necesidades elementales de la población”.
Unido a esto, el periodista compartió sus consideraciones sobre la influencia de la crisis sostenida y el deterioro de la sociedad en un “descreimiento en las actividades políticas”, agravado por el estado de hastío con el poder político y por el aislamiento que han sufrido los movimientos opositores.
A nuestro favor tenemos que ya es evidente el colapso de la propuesta de régimen, dijo Cires con optimismo, y advirtió que el reto radica en cómo conectar la iniciativa con la realidad que se está viviendo en la isla.
Además de apostar por el pueblo cubano para construir una sociedad en democracia y con justicia social, Cires agregó: “Confiamos mucho en el talento del cubano, en el esfuerzo de los cubanos. No podemos ser pesimistas. Los cubanos podemos”.
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