El pasado 2020, como consecuencia de la crisis por la pandemia del COVID-19, llegaron a Cuba 1.085.920 turistas, registrándose un descenso del 74.6% con respecto a la cifra de 2019. Es el peor resultado de la serie histórica publicada por la Oficina Nacional de Estadística de Cuba, ONEI. Para encontrar resultados como este habría que remontarse a la década de los años 90 del siglo pasado cuando arrancó el fenómeno turístico en la Isla.
La mayor parte de la actividad registrada en 2020 tuvo lugar en los primeros tres meses del año, antes del inicio de la pandemia, y posteriormente se reactivó la demanda en los meses de noviembre y diciembre, que representan la primera parte de la temporada alta en el Caribe.
Sin embargo, la persistencia de la crisis sanitaria ha provocado que la temporada alta en estos dos últimos meses del año no remontase las cifras, y de ese modo en noviembre y diciembre se registraron descensos del 90% y 82,9% respectivamente, superiores a la media del conjunto del año.
No cabe la menor duda que este derrumbe de la actividad hotelera y de los pequeños negocios asociados al turismo ha golpeado duramente a la recaudación de divisas que necesita de forma imperiosa el régimen así como a la contribución al crecimiento del PIB de este sector.
Con respecto a los ingresos del turismo, se estima que no habrán alcanzado en 2020 los 650 millones de CUC, con un descenso también de un 75% respecto del año anterior, por cuanto los precios tampoco han ayudado. Con relación al PIB de la economía, se estima que un 20% del descenso del 12% registrado por el mismo, reconocido por las autoridades, se puede atribuir directamente a la crisis del turismo.
Esta relación entre ambas variables se observa en el Gráfico 1, donde la caída del PIB de la economía es menos intensa que la registrada en el indicador de ingresos por turismo, que se desploma en el porcentaje antes citado.
Gráfico 1.- Evolución del PIB y los ingresos por turismo (índice 100=2014)
Atendiendo a la distribución del turismo internacional por países, los datos ofrecen algunas pistas de lo ocurrido. El siguiente cuadro presenta algunos resultados.
Los principales mercados de procedencia del turismo descendieron de forma importante en 2020, como se observa en la cuarta columna del cuadro, y por encima de la media, siendo los descensos más significativos los producidos en los viajeros procedentes de EEUU (88,3%), México (83,3%), España (83,1%), Inglaterra (83%), Otros (79,3%) o Italia (77,3%) respectivamente.
Los resultados descendieron igualmente, pero en una medida inferior, para los turistas procedentes de Rusia (58,4%), Canadá (63,1%), Francia (72,5%) o Alemania (72,4%). La Comunidad Cubana en el exterior, CCE, descendió un porcentaje similar a la media, un 75,9%.
A resultas de esta evolución en los principales mercados de procedencia, se han producido cambios significativos en la distribución de los mismos durante 2020 que o bien pueden estar marcando una tendencia al futuro, o bien obedecen a las condiciones del momento. El cuadro siguiente ofrece la información.
Un mercado que registró avances significativos en la cuota de participación total ha sido Rusia, que de representar apenas un 4,2% en 2019 aumentó al 6,8% en 2020, 2,6 puntos porcentuales, con un aumento del 63,7%.
También, el caso de Canadá, principal mercado individual de procedencia, que de haber supuesto en 2019 el 26% del turismo que llegó a la isla en dicho año, ha pasado a representar en 2020 el 38,1% del total, ganando 12 puntos porcentuales en la distribución, equivalentes a ese aumento del 45,3%.
Estos dos países pasaron de representar poco más del 30% de las llegadas en 2019 a casi un 44%, la mitad, lo que apunta a que han tenido un comportamiento más favorable, dentro de la tendencia general de descenso, que otros mercados.
Ocurre otro tanto con Francia y Alemania aunque los avances son más modestos en ambos casos, de tres décimas y una décima, respectivamente.
El resto de países de procedencia del turismo experimentan descensos significativos.
Mención especial merece el turismo procedente de EEUU, que disminuyó su cuota de un 11,7% en 2019 al 5,4% en 2020, prácticamente la mitad, un 54,1% menos.
La Comunidad Cubana en el exterior CCE pasó de representar un 14,6% en 2019 al 13,8% en 2020 mostrando una relativa estabilidad. Si se suman los turistas procedentes de EEUU con los miembros de la CCE, que en principio proceden principalmente de este país, la cuota conjunta pasó de un 26,3% en 2019 al 19,2% en 2020, con un descenso inferior, de 7 puntos, equivalentes a un 26,9%, reducción inferior a la registrada por la cuota de México (34,3%), España (33,6%) o Inglaterra (32,9%). Italia desciende solo un 10,7% y se desmarca como Francia o Alemania de la evolución seguida en el resto.
Los datos muestran un escenario complicado para el turismo, la gran apuesta estratégica de las autoridades económicas, con una incidencia muy destacada en los ingresos que recauda el régimen, las pernoctaciones y la actividad hotelera (que habrá tenido que reducir sus compras a proveedores internos de la isla, sobre todo agropecuarios), así como en el consumo directo que realizan los turistas de bienes y servicios durante su estancia. Un escenario que no lleva visos de mejorar en 2021, por cuanto la temporada alta parece perdida. No son buenos presagios tampoco, conforme avance 2021 y se mantengan las mismas tendencias en los mercados mundiales, con el efecto recesivo sobre el conjunto de la actividad económica, el empleo y la generación de riqueza.
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