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Gobierno de Cuba no respeta ningún derecho humano

Bienvenidos a la Cuba que no respeta ningún derecho fundamental, sea político, económico, social o cultural.

Bandera Cubana (referencia) © CiberCuba
Bandera Cubana (referencia) Foto © CiberCuba

Este artículo es de hace 3 años

La exagerada reacción del gobierno castrista contra la canción Patria y Vida es una muestra reiterada del deterioro generalizado de los derechos sociales y culturales en Cuba, pese a que algunos parecen enterarse ahora de la violación sistemática de las garantías ciudadanas, desde que Fidel Castro impuso, a sangre y fuego, su norma "con la revolución todo, fuera de la revolución, nada".

La creación artística y literaria ha sido víctima en Cuba, durante más de 60 años, de una represión constante; incluidos el hostigamiento y la censura a los periodistas independientes porque el control de la verdad es una prioridad para La Habana, pero escritores, compositores, cantantes, humoristas, actores, artistas plásticos y muchos otros han padecido la violación de sus derechos más elementales, como personas y creadores.

En ese escenario, ¿por qué La Habana ha decidido apostar por métodos quizás más visibles en su guerra permanente contra la libertad de expresión?

Hasta hace unos años, el régimen cumplía determinada liturgia con los "atrevidos": ordenaba prohibirlos en la radio o simplemente les impedía la entrada o salida del país. Cualquier otra referencia había que leerla entrelíneas en la prensa oficial. La primera reacción era silenciar el problema.

En tiempos de Internet y redes sociales, incluso con sus graves limitaciones en Cuba, ya no es posible manipular lo que sucede en el mundo, pero el régimen pretende dar guerra -otra contienda más- desde sus propias tribunas, porque entiende que está perdiendo el control del relato; tras conseguir cifras récord de empobrecimiento y desigualdad.

Sin embargo, esa estrategia de "enfrentamiento" mediático, copiada milimétricamente de la represión física, es lo más parecido a un callejón sin salida. Cada ataque racista, violento o vejatorio -disfrazado de defensa de la soberanía- hacia los nuevos actores de la sociedad civil, revela -nítidamente- la esencia totalitaria de castrismo y consigue el resultado contrario al que espera La Habana.

Cada nueva consigna de Granma o el NTV, entierra un poco más al castrismo ante la ciudadanía cubana y la opinión pública internacional. Ahora solo falta que gobiernos e instituciones reaccionen con celeridad contra las diversas formas de represión que sufre hoy Cuba.

Algunos se enteran ahora de que, junto al habitual cerco contra opositores políticos, activistas y periodistas independientes, también existe la represión cultural. Pues, bienvenidos a la Cuba que no respeta ningún derecho fundamental, sea político, económico, social o cultural.

A partir de la ofensiva gubernamental contra Patria y Vida, nadie podrá decir que no lo sabía...

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Artículo de opinión: Las declaraciones y opiniones expresadas en este artículo son de exclusiva responsabilidad de su autor y no representan necesariamente el punto de vista de CiberCuba.

Alejandro González Raga

Alejandro González Raga, Camagüey 1958. Director Ejecutivo Observatorio Cubano de Derechos Humanos. Ex preso de los 75.


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