Los obispos elogiaron a los cubanos esforzados por conseguir pan y medicinas, y a quienes "tienen la fortaleza necesaria para vivir el día a día de Cuba"; mientras rezan por los enfermos de coronavirus y sanitarios que los atienden, lamentando que la pandemia impida la celebración de misas dominicales, según un mensaje de la cúpula católica que trascendió este sábado en Palabra Nueva.
El pronunciamiento de los obispos fue emitido al término de su Asamblea ordinaria, celebrada esta semana en el santuario de El Cobre, a poco más de un mes de la celebración del octavo congreso del gobernante partido comunista y evitando cualquier alusión explícita a la represión gubernamental, y a la dolarización de la economía cubana, que la mayoría de los cubanos identifica como fuente de empobrecimiento y desigualdad.
"Los momentos que vivimos no son fáciles para todos: Pensamos y rezamos especialmente por los que se han contagiado con la epidemia, así como por todo el personal de salud que los atiende y los científicos que han venido trabajando en busca de diversas vacunas. Pensamos y rezamos por los que sienten el temor a contagiarse o a contagiar a los miembros más vulnerables de la familia. Pensamos y rezamos, del mismo modo, por el esfuerzo de ustedes para conseguir el pan, las medicinas y la fortaleza necesaria para vivir el día a día. Agradecemos, igualmente, la disponibilidad y generosidad de servicio con la que tantos de ustedes comparten el pan, las medicinas y el ánimo con aquellos que más lo necesitan.", aseguran los obispos en su mensaje.
Yaxys Cires Dib, coordinador de Cuba Humanista, calificó de positivo que los obispos tengan en cuenta las necesidades del pueblo, en especial para conseguir alimentos y medicinas y agradecen a quienes son solidarios en estos momentos tan duros.
Aunque no se menciona en el mensaje de los obispos, los proyectos y colaboradores de la Iglesia Católica en Cuba se han visto fuertemente afectados por la crisis del sistema y por la política económica errática del gobierno, recordó Cires Dib.
Roberto Veiga González, coordinador de El poder de las ideas e intelectual católico lamentó que, una vez más, la iglesia cubana apueste por la "ambigüedad" y, "sabiendo que debe pronunciarse,prefiera quedarse a medias", como viene haciendo desde hace mucho tiempo.
Estamos ante otro mensaje ambiguo de una iglesia que quiere estar presente en el devenir de Cuba, pero no reconoce que está ante un nuevo escenario, con nuevos actores y necesidades; "quizá lo más preferible sería que no hablara, pues al menos quedaría la duda de cómo piensa", concluyó Veiga González.
Eloy Viera Cañive, abogado y director legal de la Fundación Colectivo + Voces, considera que la "la posición de la jerarquía de la Iglesia Católica cubana deja mucho que desear", en comparación con otras cúpulas eclesiásticas de países con situaciones sociopolíticas similares a las de Cuba.
Una posición que contrasta con la de sacerdotes y laicos cubanos en relación a la crisis política que vive la nación y que se ha profundizado con la pandemia, mientras la jerarquía católica se limita a señalar los padecimientos y las dificultades que enfrentan los feligreses para reunirse en los templos durante la Cuaresma, lamentó.
Es un mensaje que a mi me sabe soso y que demuestra las diferencias internas en la Iglesia Católica cubana, donde la cúpula ha "apostado por no importunar el concordato tácito, que hace años mantiene con el gobierno, y la Iglesia llana que resuma en su necesidad de ejercitar su misión profética de anuncio y denuncia", concluyó Viera Cañive.
La cúpula eclesiástica exhortó a los creyentes cubanos a hacer de sus casas una pequeña iglesia una pequeña iglesia, donde recen y donde con "mayor intensidad le presentemos a Dios las necesidades de todo nuestro pueblo".
La Virgen de la Caridad, al igual que ha acompañado a nuestro pueblo a lo largo de su historia, está también, en tiempo de Cuaresma, a nuestro lado porque conoce nuestras ilusiones, angustias y esperanzas, aseguraron los obispos, que piden a la Patrona de Cuba que interceda, ante su hijo Jesucristo, por todos los cubanos.
El cónclave obispal se celebró en el marco de las celebraciones de la Iglesia cubana por el 170 aniversario de la primera visita de San Antonio María Claret al Santuario de la Caridad del Cobre, al que acudieron los miembros de la Conferencia Episcopal de Cuba (COC), excepto Monseñor José Siro González Bacallao, Obispo emérito de Pinar del Río, por encontrarse en delicado estado de salud.
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