Un cubano de 18 años, radicado en el distrito de Montpellier, Francia, fue condenado a 8 meses de privación de libertad tras rociar lejía a un guardia de la prisión, informó el diario local Actu Metropolitain.
El cubano, quien ya se encontraba en una cárcel de la comuna Villeneuve-lès-Maguelone por delitos anteriores, arrojó la sustancia a los ojos del guardia gritando "Allah Akbar (Alá es grande)”.
El joven de nacionalidad cubana, quien llegara años atrás a suelo francés sin reportar la tutoría de un adulto (Menor No Acompañado), fue sentenciado por violencia premeditada.
Según se dictaminó en el juicio, mientras llevaba su cena hasta la celda, el cubano roció voluntariamente con lejía al guardia en horas de la tarde.
“Agarró una caja de lejía del carrito. En el momento de su gesto, gritó "Allah Akbar". El supervisor sufrió irritación en los ojos a consecuencia del hecho y se le concedieron cuatro días libres”, explica el reporte del diario francés.
El joven se encontraba encarcelado desde principios de enero, tras una agresión cometida en su distrito de residencia. Cuando era MNA, este joven cubano participó de varios robos en los centros comerciales de Lattes y Montpellier, hasta el punto de ser avistado y seguido discretamente por agentes de seguridad, quienes lo atraparon in fraganti cuando salía de uno de los locales donde efectuó un robo.
El juicio se desarrolló el pasado viernes. En medio de la audiencia, el imputado se quitó la máscara facial, la arrojó al cubículo y escupió, motivo por el cual el magistrado lo llamó al orden.
Este nuevo asalto a los guardias de la prisión de Villeneuve-lès-Maguelone ha despertado la ira del sindicato penitenciario UFAP de este establecimiento. El delegado local reclamó "el traslado inmediato del detenido a una unidad especializada", revelando que, "a pesar de sus graves problemas psicológicos, los médicos que lo examinaron lo declararon no apto para sanciones disciplinarias en centros especiales".
Según el equipo de doctores y psicólogos que atendieron su caso, el joven “no tenía el perfil para ser gestionado en Villeneuve-lès-Maguelone ”. Los reclamos del sindicato fueron escuchados: el condenado fue encarcelado el viernes en el centro de prisión preventiva de Béziers, una ciudad al suroeste de Montpellier, para cumplir su condena.
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