La cubana Maidi Martínez Pérez, a la que practicaron una cesárea siendo paciente crítica de coronavirus, se encuentra fuera de peligro y pronto podrá conocer a Helen, su bebé, que también está en buen estado de salud.
La pequeña, que pesó 2.560 gramos y vino al mundo el 2 de marzo, en Villa Clara, nació sin estar contagiada con el virus aunque debió vencer algunas complicaciones iniciales.
Un reporte del Sistema Informativo de la Televisión Cubana precisa que la niña ya fue retirada de la incubadora, toma leche materna por vía oral, y permanece en una cuna normal en el servicio de Neonatología del Hospital Ginecobstétrico Mariana Grajales.
El embarazo de Maidi, de 33 años, fue interrumpido en la semana 35 en una compleja pero exitosa intervención quirúrgica, llevada a cabo en el Hospital Militar Manuel Fajardo Rivero por un equipo multidisciplinar.
Martínez Pérez, que se convirtió en la primera cubana sometida a una cesárea mientras se encontraba en estado crítico por el COVID-19, mantuvo luego de la intervención una evolución favorable de su estado. Consiguió superar la gravedad y ha sido trasladada a una sala de cuidados mínimos.
El caso de la cubana Maidi Martínez Pérez fue reportado por primera vez en el parte del Ministerio de Salud Pública (MINSAP) correspondiente al 1 de marzo, en el que se incluyó entre los pacientes graves a una mujer de 33 años del municipio Cienfuegos, con antecedentes patológicos personales de un embarazo de 35.5 semanas y diabetes gestacional.
En días recientes, han sido reportadas de gravedad otras dos embarazadas cubanas, dos adolescentes de apenas 17 años, residentes en ese caso en el municipio Rodas, también en Cienfuegos.
Expertos de salud alertan del peligro que representa el coronavirus para las embarazadas, un grupo de población más proclive a contagiarse y a desarrollar formas graves de la enfermedad, lo que aumenta las probabilidades de un parto prematuro.
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