La prensa oficialista cubana replicó este martes una nota de la agencia AFP sobre grandes colas en Italia para recibir una bolsa de comida de la asociación Pane Quotidiano, en la ciudad de Milán, a pesar de que en Cuba se hacen larguísimas filas a diario con el fin de adquirir lo más insignificante en materia de alimentación.
Bajo el título “Italia: La fila interminable de ‘nuevos pobres’ por covid”, la agencia francesa de noticias señala que, desde el primer brote del virus de coronavirus en febrero de 2020, “la cola de ‘nuevos pobres’ no cesa de aumentar y ahora ya llega a varios cientos de metros”.
Replicada por el portal digital CubaSí, la nota contiene testimonios de italianos que enfrentan una situación compleja después de perder sus trabajos a causa de la crisis sanitaria, lo que obliga a muchos a recibir estos alimentos que, por cierto, son gratuitos a través de donaciones.
“Unas 3 500 personas frecuentan cada día los dos puntos de distribución de Pane Quotidiano, que recibe los excedentes de alimentos de numerosas empresas, así como donaciones anónimas de los ciudadanos”, destaca la nota.
Según AFP, quienes hacen las largas filas regresan con varios paquetes, uno para cada miembro de la familia. Estos contienen leche, yogur, queso, galletas, azúcar, atún, kiwi, tiramisú y pan.
Una gama de productos impensada ahora mismo en las despensas de Cuba, país donde reina la escasez y las personas tienen que enfrentar colas de hasta 12 horas para irse a sus casas, muchas veces, con las manos vacías, a lo cual se añade que, en el caso de la isla, no se trata de donaciones, sino de ventas a precios bastante elevados.
Parece un gesto de burla o de desfachatez extrema, que la prensa oficialista cubana se haga eco de las crisis en ciudades y países que, ni en acceso a la alimentación ni en nivel de colas, pueden compararse con Cuba.
La víspera se publicaron imágenes de una enorme fila para comprar solo vinagre en la localidad habanera de El Cano. La semana anterior, se informó de la rapidez con que se aglomeran las personas en las cercanías de los establecimientos desde las 5 de la madrugada, hora en que oficialmente culmina el toque de queda impuesto en La Habana a inicios de febrero para frenar los contagios de coronavirus.
Un reportaje contaba entonces que muchas personas en la capital “duermen alrededor de las tiendas en ‘casas albergues para coleros’, viviendas de familiares, árboles frondosos y a la intemperie”, así como en azoteas y pasillos.
No obstante, el ojo de la prensa gubernamental observa muy poco de esta realidad e incluso la policía reprime a quienes se atreven a filmar o tomar fotos de las grandes aglomeraciones, un factor peligroso en medio de la ola de contagios que vive hoy el país. En su lugar, los medios al servicio del gobierno, aparentemente prefieren reproducir los problemas de otras latitudes.
En los primeros meses de la pandemia, el noticiero de televisión no tuvo reparos en hablar de la “escasez de comida” en países con modelos económicos “neoliberales”. Por si fuera poco, la vocera de tal información resultó premiada por sus “acertadas” palabras.
¿Qué opinas?
VER COMENTARIOS (8)Archivado en: