Un migrante cubano expresó su felicidad por llegar a Estados Unidos luego de vencer un peligroso recorrido por 11 países durante tres años hasta ser recibido por su familia en Florida.
Joel Fernández contó que tuvo que bajarse de tres trenes en marcha hasta llegar a Monterrey, México, con el objetivo de cruzar hacia Estados Unidos. Hoy agradece estar vivo para relatar sus vivencias, luego de su ardua travesía rumbo a Florida. “Vi morir varias personas, yo tuve que escalar y bajarme de diez trenes en marcha”, comentó a Telemundo.
Fernández dijo que vivió dos años junto a más de 700 personas solicitantes de asilo en uno de los campamentos de migrantes más grandes de la frontera entre EE.UU. y México, instalado en Matamoros, Tamaulipas.
Según expuso, ahí pasaban frío y se sobreponían a la angustia de estar confinados en medio de la pandemia del coronavirus. “Ver un niño nacer dentro de una carpa, ver una persona morir, y todo ese dolor, ese sufrimiento nos fue hermanando. Todos éramos una gran familia”, dijo.
Asimismo, refirió que la Primera Dama Jill Biden visitó el lugar y supo de las condiciones en que se encontraban las personas ahí. Fernández fue uno de los beneficiados por la decisión del presidente Joe Biden de cancelar el Protocolo de Protección a Migrantes (MPP), que obligaba a los solicitantes de asilo político a esperar la resolución de sus casos en territorio mexicano.
El cubano fue recibido luego por su familia en el aeropuerto de Orlando, Florida. “Por primera vez, desde mi nacimiento, estoy en un país donde se vive en democracia y libertad”, expresó.
Antes, tuvo un camino bastante difícil por delante, pues desde 2006 intentó en varias ocasiones llegar a Estados Unidos, sin éxito. Probó lanzándose al mar en balsa, pero siempre era interceptado por los guardacostas estadounidenses que lo repatriaban a la isla.
Por tal motivo, fue declarado no confiable por el gobierno cubano y le retiraron beneficios como el derecho al trabajo. Finalmente, pudo viajar en un vuelo hasta Guyana, para luego atravesar la selva del Amazonas hasta Perú y continuar su recorrido hacia México.
En el país azteca, abordó el tren de carga conocido como La Bestia, que toman muchos migrantes de la región para llegar a la frontera con EE.UU. En la nación norteamericana se rencontró con familiares y comenzó un trabajo en un restaurante. Ahora espera poder traer a su esposa e hijos a trabajar junto a él y labrarse un futuro mejor.
Ante la difícil situación que atraviesa la isla, muchos cubanos continúan arriesgando sus vidas para llegar a Estados Unidos, aun después de la eliminación de la política de “Pies Secos, Pies Mojados”. Uno de los casos más trágicos reportados en las últimas semanas ha sido el de la desaparición de varios balseros procedentes de ls isla en febrero. Según el servicio de la Guardia Costera, más de 100 migrantes cubanos han sido interceptados en el mar desde octubre pasado.
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