La curadora de arte Anamely Ramos estuvo ayer en Las Mañanas de CiberCuba y contó en qué momento cambió su vida y decidió dedicar sus esfuerzos al activismo político.
Ocurrió en la Estación de Policía de Cuba y Chacón, en una de las muchas ocasiones en que su pareja, Maykel Osorbo, y Luis Manuel Otero, líderes del Movimiento San Isidro, fueron detenidos.
Ella intentó entrar a la unidad policial cercana a la avenida del Puerto de La Habana para interesarse por los arrestados y una agente le aplicó una llave y la lanzó directamente al piso, sin dejarla articular palabras.
"Cuando me levanté de ese piso, sentí que todo había cambiado. Fue otra persona la que se levantó de ahí. Había muchos policías a mi alrededor. Yo dije: "Voy a entrar a esa estación". Ahí salió el jefe, empecé a llorar de la impotencia que tenía; les dije horrores a todos. Ese día yo aprendí, primero que estábamos solos; que esto es un camino de soledad bastante difícil y que si entre nosotros mismos no estamos dispuestos a poner rodilla en tierra, como dicen Maykel (Osorbo) y Luisma (Luis Manuel Otero Alcántara)... rodilla en tierra si los detienen; rodilla en tierra si les van a poner una multa... No me interesan las violaciones que tú cometas, porque ya las comprendí, porque me tiraste para el piso sin ni siquiera hablar conmigo. A partir de lo que tú hagas, voy a actuar desde la profunda certeza de que es ilegítimo todo lo que tú vayas a hacer contra mí, pero sé lo que debería hacer; que no es lo que tú haces, pero es desde donde voy a actuar", señaló en Las Mañanas.
"Ése día para mí fue un antes y un después. Yo lo entendí para siempre", concluyó Anamely Ramos.
La activista, que en estos momentos reside en México, donde cursa un doctorado en Antropología, vive desde fuera todo lo que ocurre en Cuba y lo ve todo con la perspectiva que da la distancia, "una visión más completa de lo que está pasando".
Ella no se atreve a vaticinar cuándo llegará el momento del cambio en Cuba, pero está convencida de que las pequeñas acciones a nivel individual, en un barrio, en una calle, en una cuadra son las que ayudarán a dar el paso a la democracia en la Isla.
Anamely Ramos defendió además a Maykel Osorbo de los elitistas que lo acusa de vulgar por corear con los vecinos de San Isidro: "Díaz-Canel, singao". La activista hace suyas las palabras de un amigo que ha respondido a esas críticas con un dardo difícil de esquivar ya que en su opinión, lo vulgar, en estos momentos, es el silencio.
La activista habló, además, de cómo Maykel Osorbo creció en un ambiente violento, luego de que su madre lo abandonara y fuera internado en un centro de reeducación de menores en Cuba. Y destacó, en este sentido, cómo el acoso de la Policía política cubana lo pone al límite con la intención de abrirle una causa penal y meterlo en la cárcel.
Sobre la huelga que José Daniel Ferrer y otros 24 activistas de la Unión Patriótica de Cuba (UNPACU) están llevando a cabo en Santiago de Cuba, Anamely Ramos dijo que aunque no quiere que ninguno muera, no puede pedirles que depongan la huelga de hambre porque esa es una decisión que sólo debe tomar cada uno de ellos.
Ayer, también en Las Mañanas, José Daniel Ferrer dijo que aún le quedan fuerzas para continuar la huelga de hambre que inició para reclamar el fin del cerco policial en los alrededores de la sede de UNPACU, donde prestan atención médica y reparten comida y medicinas a familias en riesgo severo de pobreza.
Las Mañanas es un espacio de debate y entrevistas que se transmite de lunes a viernes, en directo, a través del perfil de Facebook de CiberCuba Noticias, a las 12.00 horas de Cuba.
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