Un creciente número de legisladores demócratas, incluidos una veintena de senadores, abogan en Washington para que la administración de Joe Biden apruebe un cuarto cheque de estímulo por el coronavirus como parte de su anunciado megaplan de inversiones.
Hasta 21 senadores demócratas se han unido a la petición de una nueva ronda de estímulos para los ciudadanos afectados por la pandemia, luego de que a inicios de marzo una decena de firmantes —entre ellos, los presidentes de los comités de Finanzas, Ron Wyden (Oregon); resupuesto, Bernie Sanders (Independiente/Vermont), Banca, Sherrod Brown (Ohio)— enviaran una primera carta a Biden.
Según reportes de prensa, la iniciativa encuentra apoyo también en varias decenas de demócratas en la Cámara de Representantes.
La carta de marras señalaba que la actual crisis económica, gatillada por la pandemia de COVID-19, “está lejos de terminar y las familias merecen la certeza de que pueden poner comida en la mesa y tener un techo sobre sus cabezas”.
Se trataría no solo de una ayuda a las familias más necesitadas sino también de un nuevo impulso a la economía estadounidense, tal como se supone han sido los tres envíos de cheques precedentes (entre 600 y 1 400 dólares).
Todavía más, los congresistas instaron al Presidente a que “incluya pagos directos recurrentes y extensiones automáticas del seguro de desempleo vinculadas a las condiciones económicas en su plan económico de largo plazo Build Back Better”.
Lo anterior permitiría sacar de la pobreza a millones de estadounidenses, han insistido los senadores, quienes han señalado además que “los pagos directos recurrentes cuentan con un amplio apoyo tanto del público en general como de los expertos económicos”.
“Las encuestas muestran que el 65 por ciento de los estadounidenses apoyan los pagos en efectivo recurrentes 'mientras dure la pandemia'”, indica la misiva. “Esto incluye el apoyo [a inicios de marzo] del 54 por ciento de los republicanos y el 60 por ciento de los independientes”.
De igual manera, los legisladores recordaron que más de 150 economistas escribieron “una carta abierta apoyando los estabilizadores automáticos como parte de una fuerte recuperación y advirtiendo contra la repetición de los errores de la Gran Recesión, cuando una respuesta insuficiente condujo a sufrimientos innecesarios, particularmente entre los trabajadores de bajos ingresos”.
Desde su partido han pedido a Biden que tome más riesgos en lo inmediato para sostener a los más golpeados por la crisis, mientras prepara su enorme plan a largo plazo, que supone unos dos billones de dólares en inversiones, sobre todo, en infraestructuras (puentes, carreteras, aeropuertos, etc.).
Un estudio Del Centro de Política Fiscal de Urban-Brookings indica que solo una nueva vuelta de cheques de ayuda (1 400 dólares) sacaría a varios millones de la pobreza.
Ello beneficiaría en especial a hispanos (se reduciría el índice de pobres de 13.3 a 9.0/9.9 por ciento) y afroamericanos (10.5 a 7.8/7.7 por ciento).
Todavía continúa en marcha la distribución de la tercera ronda de cheques de ayuda por el impacto del coronavirus.
Por su parte, Biden no se ha pronunciado sobre un nuevo paquete de estímulo de ese tipo.
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