Cubanos residentes en Estados Unidos que ansían viajar a Cuba han creado una lista de espera en el Aeropuerto Internacional de Miami que ya lleva cuatro semanas, con la esperanza de que algún pasajero cancele su reserva en el último momento.
Muchas personas llevan días durmiendo en la instalación tratando de conseguir algún boleto, aunque la situación es tal que ya muchos han desistido de volar directamente a la Isla y están optando por un viaje hacia un tercer país desde el que luego volarían a La Habana.
Ello supone un notable encarecimiento de la travesía, como confirmó a Telemundo la cubana Mayelín Ruiz, quien lleva una semana tratando de ir a su país para llevarle un medicamento a su padre, que finalmente decidió sacar un pasaje para España.
"El doble de lo que realmente tenía planeado, porque tengo que sacar un vuelo para Madrid que cuesta 800 y tantos dólares, y después de Madrid para La Habana, que cuesta la misma cantidad", lamentó.
Desde que en enero el gobierno cubano anunciara reducir la entrada de viajeros procedentes de Estados Unidos, como vía para frenar el aumento de casos de coronavirus importados de ese país, las compañías aéreas American Airlines, JetBlue y Southwest tuvieron que disminuir sus vuelos a la nación caribeña.
Según el reporte de Telemundo, los vuelos a Cuba están agotados hasta el verano en esas tres aerolíneas comerciales norteamericanas, que se mantienen viajando a la Isla.
"La primera es American airlines, volando los lunes. La segunda JetBlue volando los viernes y Southwest volando los sábados, desde Fort Lauderdale- Havana", detalló a la cadena televisiva Tatiana Domínguez, presidenta de la agencia de viajes Gayo Travel.
Además, hay cinco vuelos chárter que van desde Miami a La Habana, y solo vuelan los jueves cada cinco semanas.
"De la única forma que esas personas puedan abordar el vuelo, es que llegue alguien al vuelo y que su prueba de COVID no esté bien", recalcó.
Por el momento no se prevé que aumenten los vuelos comerciales regulares entre Estados Unidos y Cuba, dado el agravamiento de la situación epidemiológica por la pandemia en la Isla, una situación de la que el régimen culpó a la llegada de visitantes de otros países durante noviembre y diciembre del 2020.
Aquellos que han decidido viajar desde un tercer país, tienen que asumir el encarecimiento del precio del pasaje, a veces hasta del doble del valor original.
A ello se agrega el periodo de aislamiento obligatorio durante una semana en un hotel de Cuba, que también corre a la cuenta del pasajero.
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