Varios cubanos piden al Gobierno de la isla que dé fe de vida del activista Luis Manuel Otero Alcántara, fundador del Movimiento San Isidro (MSI), quien este domingo cumple una semana de declararse en huelga de hambre y sed contra la represión de las autoridades.
Otero permanece asediado por un cerco policial inamovible y sin acceso a internet. “Llevamos demasiado tiempo sin contacto con Damas 955. Ahora solo exigimos #FeDeVida de Luis Manuel Otero Alcántara”, escribió la periodista independiente María Matienzo.
“Desde hace horas Luis Manuel no se reporta... Exigimos de inmediato #fedevida. Lo queremos vivo. ¡VIVO!”, apuntó otra publicación del historiador del arte Osmany Suárez Rivero. A la petición se sumó la periodista y activista Marta María Ramírez.
A una semana de que el activista se negara a comer y beber líquidos, las preocupaciones por su estado se hacen mayores. Su vivienda, sede del MSI ubicada en la calle Damas 955, en la Habana Vieja, permanece sitiada y las autoridades impiden que las personas se acerquen a ella.
“Si el régimen cubano me deja morir, fue su intransigencia absurda la que me mató. Gracias a todes los que hicieron lo posible por salvarme. Yo lucharé hasta el último suspiro por mi arte libre, si mi cuerpo llega a morir espero sea la continuidad a la chispa por la libertad de Cuba. Los amo y amaré por siempre”, expresó el artista el sábado.
Según los más recientes reportes de familiares y amigos, el artista ha perdido fuerzas para mantenerse de pie, tiene los labios hinchados y cuarteados, no puede orinar y está con la garganta cerrada.
Sin embargo, Otero ha sostenido que llevará su protesta hasta las últimas consecuencias. Sus exigencias para deponer la huelga se mantienen: el cese de la represión, el levantamiento del cerco y la vigilancia policial y la recuperación de sus obras, además de la compensación por los daños ocasionados.
Se trata de la segunda ocasión en cinco meses que Otero somete su cuerpo al régimen de una huelga de hambre y sed. En noviembre se había acuartelado junto a otros activistas para exigir la libertad del rapero contestatario Denis Solís, protesta que fue disuelta tras una irrupción violenta de las autoridades.
El 16 de abril, fuerzas represivas del Gobierno volvieron a ingresar violentamente en la sede del MSI, destruyendo parte de las obras de Otero y confiscando otras. A partir de entonces, el artista salió varias veces a exigir la devolución de sus creaciones, siendo arrestado constantemente y amenazado de muerte.
Con su actual huelga, Otero pide levantar el cerco policial no solo a él sino al barrio de San Isidro, cuyos residentes hoy se ven afectados por el asedio constante a la vivienda de Otero.
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