La Fundación Amelia Peláez, que maneja el legado de la famosa pintora cubana, se sumó este jueves a la iniciativa de un amplio grupo de artistas cubanos, que pidió al Museo Nacional de Bellas Artes la retirada de sus obras hasta que el artivista Luis Manuel Otero Alcántara sea liberado del Hospital Calixto García y esté seguro en su residencia de Damas 955, en el habanero barrio de San Isidro.
"En la Fundación Amelia Peláez valoramos los derechos humanos por encima de todo. Luis Manuel Otero Alcántara está siendo detenido ilegalmente por el régimen cubano y pedimos su liberación junto con la liberación de todos y cada uno de los presos políticos de conciencia que tiene el régimen", señaló la institución en un comunicado divulgado en las redes sociales.
"Apoyamos al 27N, al Movimiento San Isidro y a todos los cubanos del mundo que quieren una Cuba diversa y democrática liderada con respeto, compasión y coraje por un Gobierno elegido por nuestro pueblo", agregó la Fundación.
Activistas, artistas, críticos e historiadores saludaron la decisión en redes sociales.
La carta pública dirigida al director del Museo, Jorge Fernández Torres, fue divulgada el pasado 24 de mayo, y está firmada por los artistas Tania Bruguera, Sandra Ceballos, Tomás Sánchez, Marcos Castillo, el dúo de artistas Celia y Yunior y Reynier Leyva Novo.
En ella se pide, además de la liberación de Otero Alcántara, que haya "garantía de acceso a sus familiares, amigos y colegas a su residencia, para comprobar su estado de salud físico y mental" y la "eliminación del cerco policial que tiene [el artista] desde noviembre de 2020".
Otros creadores cubanos se sumaron después a la propuesta, entre ellos Douglas Argüelles, César Leal, Cirenaica Morera, Jorge Luis Marrero, Sandra Ramos e Ibrahim Miranda.
Un artículo publicado este jueves en el diario oficialista Tribuna de La Habana y firmado por su subdirector llamó "delincuente" a Otero Alcántara y "mercenarios" a los artistas que, en solidaridad con él, han pedido la retirada de sus obras. El artículo fue retirado misteriosamente horas después de haber sido publicado.
Por su parte, el Museo de Bellas Artes hizo público un comunicado en el que, sin aludir al origen y la causa de la petición, se niega a retirar las obras, cuya exposición física y virtual en este momento estaría violando las leyes internacionales sobre el copyright y el Artículo 4, Inciso c) de la Ley No. 14/1977 Ley cubana del Derecho de Autor.
"El Museo no acepta una demanda que no se aviene con la vocación de servicio de nuestra institución ni con el interés del público al que se debe", afirmó la institución cubana.
"El Museo adquirió las obras de estos creadores y les da un uso legítimo y provechoso para la ciudadanía. Al hacerlo, se establece una nueva relación entre el legado patrimonial preexistente y las prácticas artísticas de la actualidad", agregaron las autoridades, que se escudaron en supuestas coyunturas "ajena al campo museal".
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