Los gobiernos de Cuba y Argentina firmaron una carta de intención para fortalecer la cooperación bilateral en materia sanitaria luego de que la nación sudamericana manifestara su intención de financiar la producción de vacunas contra el Covid-19 que se desarrollan en la isla.
Una nota publicada por el portal oficial del Ministerio de Salud Pública (MINSAP) señala que el acuerdo fue suscrito por el ministro cubano del ramo, José Angel Portal Miranda, y su homóloga argentina, Carla Vizzotti, y "recoge la voluntad de colaborar, con vacunas desarrolladas en la Isla contra la COVID-19, en la inmunización de la población de Cuba y Argentina, así como de los países de América Latina y el Caribe".
En el documento consta que las entidades ejecutoras de la cooperación serán el Ministerio de Salud de Argentina y el Grupo de las Industrias Biotecnológica y Farmacéutica de Cuba.
El pasado abril el canciller de Argentina, Felipe Solá, había anunciado que su país se encontraba en negociaciones con el gobierno de Cuba para financiar la producción de vacunas contra el Covid-19 que se desarrollan en la isla.
Dijo entonces que había dialogado con el embajador cubano en Buenos Aires, Pedro Pablo Prada, sobre "la propuesta argentina", pues su país quería invertir para acelerar "la producción de las vacunas cubanas" y además estaba interesada en "un fármaco nasal que impide el ingreso del virus a las mucosas".
También trascendió que el presidente argentino, Alberto Fernández, y el mandatario Miguel Díaz-Canel ya habían hablado sobre la Soberana 02, uno de los candidatos vacunales producidos en la isla.
Hasta el momento el polo científico cubano desarrolla cinco candidatos vacunales contra el Covid-19, pero solo dos, Soberana 02 y Abdala, se encuentran en la tercera y última fase de ensayos clínicos.
Ambas comenzaron a aplicarse masivamente a la población del país a pesar de que no habían concluido los ensayos clínicos, a través de un programa de vacunación que fue nombrado por las autoridades cubanas "intervención poblacional", y que involucra a personas que quieran aplicarse las dosis voluntariamente.
El gobernante venezolano Nicolás Maduro también sumó al país a los ensayos clínicos de la vacuna cubana, pero fue duramente criticado por la Academia de Medicina de Venezuela, que le exigió que la participación en las pruebas experimentales se lleve a "cabo respetando los requerimientos éticos y científicos".
El gobierno cubano no ha aceptado las vacunas internacionales distribuidas por algunas iniciativas de la OMS y a pesar de que es el único país latinoamericano que dice haber desarrollado un producto efectivo, es el más atrasado en la inmunización contra el Covid-19.
La actual campaña de vacunación masiva llamada "intervención sanitaria" sigue adelante con candidatos vacunales de fabricación propia, que aún no han recibido el visto bueno de las autoridades reguladoras y sobre las que no existen datos comprobables de eficacia.
Al respecto, la Asociación Española de Pediatría (AEP) criticó la semana pasada la falta de transparencia de las autoridades científicas cubanas sobre sus candidatos contra el coronavirus y lamentó que los laboratorios de la isla no hayan compartido la información necesaria para hacer valoraciones de eficacia y seguridad de manera independiente.
"Sin duda, la comunidad científica habría agradecido mayor diligencia y transparencia para compartir la información referida a los productos que se investigan en Cuba", consideraron.
El medio de prensa BBC también ha alertado sobre la falta de evidencia científica acerca de la efectividad de las propuestas cubanas.
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