Un cubano que asegura haber contribuido al rescate de ocho balseros el pasado 26 de mayo, enfrenta cargos de tráfico humano, según indicó su esposa, Lisandra Bermúdez, en declaraciones a America Tevé.
Según el testimonio de Lisandra, Luis Alberto Souto salió a pescar el 25 de mayo en la zona de los Cayos junto a un amigo, y en la noche del miércoles 26 tuvo un encuentro con balseros cubanos náufragos que le cambió la vida.
“Alguien tiene que haber visto algo y tiene que entender que él no estaba haciendo nada malo”, dijo Bermúdez, quien sostiene que el único delito de su marido fue prestarle auxilio a los balseros cubanos, incluido un niño de cinco años, poco antes de que llegara la Guardia Costera.
La mujer relata -a partir de lo que le ha contado su marido desde el Centro de Detención Krome- que él les dio agua a los balseros y les dijo “ok, déjame llamar a alguien a ver qué puedo hacer”. Al ver que no tenía batería, aceptó en un principio montar al niño y luego acabó subiendo a su embarcación al resto de las personas.
“Los montó a todos y como a los dos o tres minutos llegó la Guardia Costera”, cuenta Lisandra, quien asegura que su marido le dijo a los oficiales que tenía personas en la embarcación que necesitaban ayuda.
“Ellos no entendieron, solamente fue pistola, levanta las manos. No hubo más nada ya”, concluye la mujer, para quien su esposo y el amigo de este, Nivaldo Galardo, estaban en el lugar indicado para salvar la vida de los balseros, pero en el equivocado para su propio bien, pues Luis Alberto terminó arrestado y acusado de tráfico humano.
La mujer confiesa que lo más difícil es no saber qué decirle a su hijo cuando le pregunta por su papá, y relata entre lágrimas que en una llamada telefónica el niño le preguntó: "¿Ya vienes papá?"
Lisandra Bermúdez tiene previsto este jueves -día en que para más coincidencia su marido cumple años- visitar varias oficinas de congresistas federales en busca de ayuda legal para el caso.
De acuerdo con la información proporcionada por los sobrevivientes, un grupo de 20 personas salió desde la zona del Puerto de Mariel el domingo 23 de mayo y la embarcación se volcó en la noche del miércoles 26 de mayo.
Tras permanecer más de 12 horas a la deriva, los primeros rescates -según la información oficial proporcionada por la Guardia Costera- se produjeron poco después del mediodía del jueves 27 a unas 16 millas al sur de Cayo Hueso. Fueron rescatadas ocho personas vivas, recuperados dos cadáveres y se dio por desaparecidos a una decena de balseros.
La Guardia Costera continuó durante varias horas una intensa operación de búsqueda de los desaparecidos hasta que en la noche del sábado 29, suspendió la búsqueda. Las autoridades involucradas pusieron fin al operativo luego de un patrullaje aéreo y marítimo que se extendió por 55 horas ininterrumpidas, sin hallar ningún indicio de los náufragos.
En los últimos meses, las autoridades de la Guardia Costera y el Servicio de Aduanas y Control de Fronteras (CBP) han alertado con frecuencia del riesgo que entrañan las travesías marítimas ilegales. Sin embargo, el flujo de migrantes cubanos por mar experimenta un preocupante incremento.
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