La activista cubana Omara Ruíz Urquiola, exacadémica del Instituto Superior de Arte (ISDi), envió un mensaje a los eurodiputados que consienten la represión en Cuba y a las voces moderadas dentro del Parlamento Europeo que defienden el Acuerdo de Diálogo Político y Cooperación con la isla.
Desde Twitter, la también activista Anamely Ramos compartió las palabras de Omara, quien ha sufrido el peso de la represión sobre su familia.
“Quien se manifiesta a favor del respeto, a favor de los derechos humanos en Cuba, también queda al margen del disfrute de esos derechos culturales que financia la Unión Europea”, comenzó explicando Ruiz Urquiola sobre el desamparo en que se encuentra sumida la sociedad civil cubana independiente, no reconocida por la legalidad e incapaz de acceder a subvenciones que se negocien a través del Estado cubano.
Sobre la defensa del acuerdo bilateral entre el bloque europeo y el gobierno cubano, la activista se dirigió a aquellos parlamentarios con un voto favorable al régimen, y con ideas de acompañar las “transformaciones” o “reformas” que ha prometido la isla en materia económica y social, hasta el momento sin ejecutarse.
“Es importante que los parlamentarios, a la hora de emitir un voto respecto a ese acuerdo que tienen con el gobierno cubano, tengan en cuenta que ese dinero va dirigido directa o indirectamente a la represión del pueblo cubano, a la represión de la sociedad civil cubana y no garantiza derechos civiles ni cultural, no genera la democratización, no aporta absolutamente nada a la transición democrática en Cuba”, concluyó Urquiola.
El pasado martes, se desarrolló en la sede del Parlamento Europeo un debate sobre la situación de los derechos humanos en Cuba, agravada en los últimos ocho meses, y la posición de la cámara respecto al asunto.
Aunque la mayoría de los parlamentarios participantes en el debate condenaron la constante violación a los derechos humanos que ejecuta el gobierno contra sus opositores, muchas voces moderadas votaron por el mantenimiento de los acuerdos con Cuba.
No obstante, eurodiputados como Manuel Pineda Marín (Manu), negaron de tajo las acusaciones que pesaban sobre el gobierno cubano y desviaron la atención del debate hacia otros focos políticamente sensibles como son los disturbios civiles en Colombia, o las tensiones entre Israel y Palestina.
Asimismo, el Alto representante de la Unión Europea para Asuntos Exteriores y Política de Seguridad Común, Josep Borrell, mantuvo un discurso tambaleante, donde condenaba los atropellos del gobierno cubano pero no dejaba de mencionar el embargo económico de Estados Unidos, aunque no guardase relación directa con la naturaleza del debate.
Durante la introducción del encuentro, Borrell se refirió a la reclusión de Luis Manuel Otero Alcántara y a las detenciones de la calle Obispo, aseguró que “el respeto a los derechos humanos en Cuba estaba en el centro del Acuerdo de Diálogo Político y Cooperación”, sin embargo, hacia el final del debate, pidió a los parlamentarios “poner los pies en la tierra” y recordó los intereses comerciales de las empresas europeas en Cuba.
Para rematar, el Alto representante reconoció que Cuba no era precisamente una “democracia multipartidista”, pero aseguró que muchos otros sitios del planeta tampoco lo eran, en un claro intento por justificar la existencia de una dictadura porque haya otras similares.
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