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Cubano denuncia la muerte de su abuelo por falta de atención médica en Camagüey

“Sé que este artículo no me va a devolver a mi abuelo (ese que siempre creyó en una Revolución que lo dejó morir). Escribo para denunciar su muerte y soltar todo lo que me queda por dentro”, dijo el nieto.

Joaquín Noy Peláez, abuelo del joven cubano David Peña Noy © Facebook / David Peña Noy
Joaquín Noy Peláez, abuelo del joven cubano David Peña Noy Foto © Facebook / David Peña Noy

Este artículo es de hace 2 años

El joven cubano David Peña Noy denunció al sistema de salud cubano por la deficiente atención primaria que recibió su abuelo Joaquín Noy Peláez al contagiarse de coronavirus, situación que provocó el agravamiento de su salud y posterior fallecimiento.

“Sé que este artículo no me va a devolver a mi abuelo (ese que siempre creyó en una Revolución que lo dejó morir, una revolución por la cual él hizo mucho y ella no hizo nada por él, un Partido Comunista al cual pertenecía y ni siquiera lo recordó en su gravedad, una organización de combatientes que tampoco hizo nada por él). Escribo para denunciar su muerte y soltar todo lo que me queda por dentro”, dijo este viernes el joven camagüeyano.

En una pormenorizada descripción de los hechos, el joven explicó lo sucedido con su abuelo, de 78 años y residente en la ciudad de Camagüey, a quien le aparecieron síntomas respiratorios luego de reportado como contacto de positivos, y no recibió los cuidados establecidos por los protocolos sanitarios en vigor por la pandemia.

“Hoy escribo para denunciar al sistema de salud cubano. No quiero colocar en este círculo de asesinos a los médicos y enfermeros intensivistas, porque ellos están dando cuerpo y alma para salvar la vida de los infectados con la COVID-19, aún con una gran carencia de todos los medios, por culpa de un Estado que es incapaz de garantizar medicinas y recursos para combatir el virus”, señaló el joven tatuador.

Su abuelo debutó con síntomas respiratorios el 22 de junio y la familia lo llevó al policlínico Finlay de la ciudad. Llevaba varios días reportado como contacto de los padres de Peña Noy, y se encontraba a la espera de un test rápido o un PCR. A pesar de haberlo reportado como contacto, la familia –entre los que había habido varios positivos- esperó todo ese tiempo sin que los responsables de ello le hicieran un test para una detección temprana.

Una vez que aparecieron las dificultades respiratorias, la familia lo llevó al policlínico Finlay para que se le hiciera un PCR, pero “la persona encargada de este tipo de pruebas nos dijo que no podía hacerle nada porque no tenía guantes”. Indignados con la falta de medios y la indolencia de los sanitarios, llevaron al abuelo al policlínico Pirre. Pero, a pesar de la evidente falta de aire del anciano, que “no podía ni hablar”, el encargado de los test en este otro policlínico les informó que solo podía hacerlo a las personas “con síntomas”.

“Luego de un tiempo de discusión logramos que le hicieran un test, el cual dio positivo. Inmediatamente volvimos para el Finlay a hacerle el PCR y allí de nuevo con las trabas ‘no se podía hacer porque la encargada del laboratorio no tenía bata’. De nuevo a discutir, hasta que después de varias horas logramos que se lo hicieran”, describió.

Con el resultado positivo del test, “lo mandaron para la casa a esperar el transporte para que lo llevara al centro de aislamiento”, relató Peña Noy en su publicación que se ha vuelto viral en redes sociales. “En casa mi abuelo estuvo 3 días con falta de aire a la espera del vehículo”, dijo el nieto que, junto a su familia, llamó todos los días, varias veces, para preguntar por el transporte y apremiar a los responsables.

Al tercer día, su abuelo ya presentaba fiebre y dificultad extrema para respirar, síntomas que le impedían siquiera levantarse de la cama. La crítica condición del anciano hizo que el joven, desesperado, llamase nuevamente al policlínico Finlay y exigiese atención con fuertes palabras cruzadas con “la encargada de atender a la población”.

Finalmente, vinieron a buscarlo. “Pienso que ya era muy tarde, ya los pulmones se habían complicado y -aún en la situación en la que se encontraba- no lo llevaron ni para un hospital. Fue para un centro de aislamiento: la Escuela Formadora de Maestros, donde pasó 2 días”.

“Luego de varias quejas y de empeorar su estado de salud, lo trasladaron al hospital Amalia Simoni... A los 2 días de estar ahí hubo que trasladarlo a la sala de intermedia, y conectarlo a un ventilador donde pasó sus últimos 3 días… Hoy mi abuelo falleció a la 1:40 am”, informó el joven cubano.

Durante los días de hospitalización, la familia no consiguió información sobre el estado del paciente pues no contestaron ninguna de sus llamadas. Los detalles de lo sucedido le llegaron por “amistades” que pudieron informarles de su evolución.

“Aún no sabemos ni las causas, solo que falleció por COVID-19. Ahora tendremos que esperar, ahogados por la impotencia, a que el doctor Durán en su parte de mentiras diga: ‘Ciudadano cubano de la provincia Camagüey del municipio cabecera, de 78 años de edad con antecedentes de hipertensión arterial, falleció a causa de..., hizo una estadía hospitalaria de..., las condolencias a sus familiares’”, lamentó Peña Noy en su publicación.

Tras el formalismo de la información que ofrece el Dr. Duran, el joven cubano denunció que se encubren las negligencias médicas y la indolencia de los responsables de salud que deben garantizar el cumplimiento de los protocolos sanitarios y una atención médica digna a las personas.

“[Durán no va a] contar la verdadera historia por la cual falleció, que no fue otra que el mal trabajo de un sistema de salud que no sirve para nada. Yo no quiero una salud gratuita donde a muchos cubanos nos toque perder a nuestros seres queridos solo por eso: ‘POR SER GRATUITA’”, protestó.

Afectado por la pérdida, el joven reconoció que el objetivo de su post era alertar a las familias cubanas para que reaccionen rápido y de forma enérgica para exigir una buena atención que conserve la vida a sus seres queridos.

“Solo les pido que compartan. No por nuestra familia o por mí; háganlo por la suya. Porque solo sabemos la situación en la que se encuentran los enfermos cuando tenemos alguien de nuestra sangre en un hospital de Cuba. Ya esto no hay quien lo aguante, solo le pido que se cuiden porque es triste estar en la situación de mi familia. Que no tenemos ni siquiera un lugar para quejarnos y ser escuchados… Es triste ver un familiar por última vez montarse en un ómnibus y regresar en cenizas”, concluyó.

La atención primaria de salud y los hospitales cubanos empiezan a colapsar a medida que las nuevas cepas de coronavirus, más letales y contagiosas, se propagan por el país. La infraestructura de salud y los planes de las autoridades se revelan deficientes a la hora de controlar la actual pandemia.

La situación en los centros de aislamiento es crítica, tanto por el descontrol de los casos que arriban a ellos, como por las condiciones higiénico-sanitarias de los mismos y la pésima calidad de la comida que reciben los pacientes. Este viernes falleció uno de ellos, cuyo caso trascendió a las noticias por la desatención de la que fue víctima en uno de estos centros en la provincia de Matanzas.

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