La llegada de la tormenta tropical Elsa a Cuba puede favorecer a los embalses del país, que hoy se encuentran al 61 por ciento de su capacidad de llenado.
Las lluvias asociadas al fenómeno atmosférico podrían aliviar la situación de la red de instalaciones hidráulicas, que en este momento poseen capacidad para recibir unos 3,500 millones de metros cúbicos de agua.
Argelio Fernández Richelme, director de hidrología e hidrogeología del Instituto Nacional de Recursos Hidráulicos (INRH), informó en la televisión estatal que 27 embalses se encuentran vertiendo.
Tras el paso de Elsa, es posible que esa cantidad se duplique.
"La provincia de Pinar del Río y el municipio especial Isla de la Juventud tienen la mayor cantidad de embalses vertiendo", precisó, citado por la Agencia Cubana de Noticias.
La mayor capacidad disponible se localiza en los embalses de Sancti Spíritus, La Habana, Matanzas, Pinar del Río, Artemisa y Mayabeque. En otras provincias como Santiago de Cuba y Granma las presas están a gran capacidad, aunque pudieran recibir más líquido.
En junio, el presidente del INRH, Antonio Rodríguez Rodríguez, reveló que la sequía es la causante de que más de 500 mil cubanos sufran problemas con el servicio de agua.
Según cifras oficiales, 552,852 personas están afectadas por la falta de lluvias. La Habana, Artemisa, Santiago de Cuba, Camagüey y Guantánamo concentran el 81 por ciento del total.
El funcionario explicó que desde diciembre de 2020 y hasta abril de este año, solo ha llovido el 54 por ciento de lo previsto. La Habana, Ciego de Ávila y Sancti Spíritus fueron los territorios con menores acumulados, con valores inferiores al 30 por ciento.
El llenado de las presas en Cuba supondría un gran alivio, en un país castigado intermitentemente por una sequía que afecta no solo a la población, sino también a la agricultura, además de ser a menudo causa de incendios forestales.
No obstante, no todo se soluciona con tener agua recogida. En provincias como Pinar del Río, donde hay barrios que se abastecen del líquido cada 20 o 25 días, el problema no es de disponibilidad, sino del deterioro de las redes.
Según Francisco Ismael Valdés, delegado de Recursos Hidráulicos, el sistema está tan dañado que se derrocha o malgasta el 40 por ciento del líquido que se bombea, debido a la existencia de más de 500 salideros en una infraestructura hidráulica muy antigua.
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