APP GRATIS

Generales al Covid y la fantasía cubana

Obviamente, que la muerte de los cinco generales haya ocurrido en los días posteriores a la sublevación popular del 11J ha provocado disímiles teorías conspirativas y conspiranóicas, pero es que el poder cubano está envejecido por la falta de una adecuada política de cuadros y sus renovaciones son casi siempre biológicas; si Fidel Castro no hubiera enfermado, aún lideraría batallas de unos cubanos contra otros.

Generales cubanos fallecidos en los últimos días © Fotocomposición Lázaro J. Chirino Díaz
Generales cubanos fallecidos en los últimos días Foto © Fotocomposición Lázaro J. Chirino Díaz

Este artículo es de hace 2 años

Cuba, cuna de las telenovelas con aquel Derecho de nacer, del genial Félix B. Caignet, y privada de información, está gozando la papeleta con las muertes consecutivas de cinco generales, generando la ficción de que se trata de una limpia de estrellas incómodas, cuando la gravedad estriba en que el jefe del señor Ejército Oriental haya fallecido de COVID, en medio de la impotencia médica y el desamparo de la mayoría de los ciudadanos.

Muy mal anda un país, cuando una de sus principales autoridades militares se contagia y muere; aunque ya dirán La Habana, ciberclarias y gusañeros que en Cuba no hay diferencias de clases, en ese afán mentiroso de negar a patricios y plebeyos en uno de los países más desiguales del mundo.

Los otros cuatro generales estaban ya en retiro, incluso antes de que Raúl Castro apartara a grandes jefes para sustituirlos por adeptos como su ministro de las FAR y cadetes y camilitos agradecidos y con vocación Siria para solucionar los problemas de Cuba, como el actual jefe de Estado Mayor General.

Obviamente, que la muerte de los cinco generales haya ocurrido en los días posteriores a la sublevación popular del 11J ha provocado disímiles teorías conspirativas y conspiranóicas, pero es que el poder cubano está envejecido por la falta de una adecuada política de cuadros y sus renovaciones son casi siempre biológicas; si Fidel Castro no hubiera enfermado, aún lideraría batallas de unos cubanos contra otros.

Si Raúl Castro no hubiera sucumbido ante Obama y la burocracia tardocastrista, aún estaría a lomos del imaginario corcel del que conserva un pie en el estribo porque revolución es cambiar todo lo que deba ser cambiado, menos al uno y al dos; salvo que la inexorable biología obligue.

La realidad de muchos generales y coroneles jubilados, mientras aguardan la muerte, pasa por depender de sus hijos y demás familiares en Estados Unidos, porque quienes convirtieron sus mansiones en alojamientos en dólares para turistas, han tenido que echar el cierre porque no tienen ahorros para seguir pagando impuestos sin ingresos porque hace más de un año que no tienen huéspedes.

Los generales y doctores también mueren, como ocurrió con el eminente Gustavo Sierra, descubridor de la vacuna antimeningocócica que salvó a millones de cubanos; lástima que ninguno de ellos tenga la autoridad del Paciente en Jefe que, tras caerse en Santa Clara, convocó una junta médica para ordenar que le pusieran antestesia local y discutir el tratamiento a seguir.

Aquella caída y posterior declive de Fidel Castro provocó en una veterana combatiente revolucionaria la tesis de que todo obedecía a una venganza de Che Guevara porque el Jefe cayó tras un discurso frente a la estatua de Ernesto y tras meterse, con el chusma ese de (Hugo) Chávez en la casa de infancia de los Guevara-Lynch en Rosario...

Los cubanos nunca han dejado de inventar historias para burlar la censura comunista, lo malo de fabular es que el enemigo y la realidad siempre acechan y, mientras la muerte del quinteto verde oliva duele a familiares, compañeros y amigos; a Cuba llora el fallecimiento de la eminente investigadora Maya Chávez Planes, precursora de la Bioquímica nacional con una obra de extraordinaria importancia para la salud y la educación, pero la prensa pagada por el partido comunista no tiene sitio para rendirle tributo porque sus espacios están consagrados a los tira tiros, incluidos el ridículo Díaz-Canel y el mentiroso Bruno Rodríguez.

¿Qué opinas?

VER COMENTARIOS (3)

Archivado en:

Artículo de opinión: Las declaraciones y opiniones expresadas en este artículo son de exclusiva responsabilidad de su autor y no representan necesariamente el punto de vista de CiberCuba.

Carlos Cabrera Pérez

Periodista de CiberCuba. Ha trabajado en Granma Internacional, Prensa Latina, Corresponsalías agencias IPS y EFE en La Habana. Director Tierras del Duero y Sierra Madrileña en España.


¿Tienes algo que reportar?
Escribe a CiberCuba:

editores@cibercuba.com

 +1 786 3965 689


Siguiente artículo:

No hay más noticias que mostrar, visitar Portada