Argentina está a punto de exportar 10,000 toneladas de harina a Cuba a través de un consorcio de 50 empresas integrantes de la Federación Argentina de la Industria Molinera (FAIM).
“El objetivo no es solamente esta exportación, sino que queremos sea el puntapié inicial con Cuba, que es un país con el cual nos encantaría consolidar los lazos afectivos y comerciales”, dijo Diego Cifarelli, presidente de la FAIM, en declaraciones a la agencia noticiosa Télam.
El directivo añadió que la harina ya está almacenada en los depósitos del puerto de San Pedro, en Buenos Aires, a la espera del barco cubano que debe arribar el 13, es decir, dentro de dos días.
El mercado cubano "fue esquivo durante los últimos 15 años”, según relató Cifarelli. “Habíamos exportado desde la molinería argentina años atrás, pero en los últimos tiempos se hizo bastante difícil por la pérdida de competitividad que teníamos y la irrupción de Turquía en la región", añadió.
Subrayó que el despacho no hubiera sido posible sin la intervención de Cancillería Argentina, de la Embajada de Cuba y del Puerto de San Pedro, que facilitó la operación.
Anticipó, además, que la cámara empresaria se encuentra en diálogo con el gobierno cubano para ver si pueden “trasladar el Know how de la molinería argentina a Cuba, para poner en valor sus molinos”, con el fin de incorporar tecnología mientras la isla sigue importando harina de Argentina.
El directivo recalcó que espera que las relaciones sean exitosas porque tienen un gran apoyo de la Cancillería y del Ministerio de Agricultura argentino.
Varias provincias del país han sufrido en los últimos meses un importante déficit en la distribución del pan, motivado principalmente por la escasez de harina de trigo.
En el marco de la marcada escasez alimentaria que ha vivido Cuba en los últimos años -agravada desde el inicio de la pandemia de coronavirus- la falta de harina llevó a buscar sustitutos para elaborar pan con harinas de maíz, boniato e incluso pulpa de calabaza.
Esas opciones fueron muy criticadas por la población, la pulpa de calabaza ponía el pan ácido, mientras que la harina de maíz afectaba el volumen, sabor y color del pan.
A finales de agosto, medios nacionales de prensa anunciaron que Cuba producirá harina del llamado árbol del pan (Artocarpus altilis) para consumo humano. El gobierno creó una microindustria en la Isla de la Juventud para la obtención de harina del árbol del pan a fin de obtener , que luego será utilizada en la producción de panes, galletas y otros surtidos.
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