La cubana Norma Porras Reyes, quien a finales de la década de los 50 luchó en La Habana contra la dictadura de Fulgencio Batista, murió el lunes pasado debido a un shock séptico. Tenía 83 años.
Norma, quien integró los llamados grupos de acción del Movimiento 26 de julio, sirvió de inspiración al personaje de Nereida en la multipremiada película "Clandestinos", el cual fue interpretado por la reconocida actriz Isabel Santos.
Según detalló el portal oficialista Cubadebate, la ex combatiente de la clandestinidad nació en el municipio Regla, en La Habana, el 10 de octubre de 1938.
Desde muy joven se incorporó al Frente Cívico de Mujeres Martianas, grupo que visitaba a los presos políticos en las cárceles. Así conoció a Ángel 'Machaco' Ameijeiras, quien se convertiría en su esposo. Estuvo involucrada de lleno en la lucha liderada por Fidel Castro, recaudando armas y poniendo petardos, acciones por las que sufrió prisión dos veces.
Norma fue la única sobreviviente de un encarnizado combate entre la policía batistiana y cuatro revolucionarios que estaban escondidos en una casa situada en la calle Goicuría y O'Farrill, en el barrio de La Víbora, el 8 de noviembre de 1958. En aquel momento estaba embarazada y en el enfrentamiento recibió cuatro disparos: dos en la cadera, uno en el pecho y otro a sedal.
Aquel tiroteo, en el que murieron su esposo Machaco Ameijeiras y otros dos revolucionarios, fue recreado en el citado filme "Clandestinos", dirigido por Fernando Pérez en 1988, y coprotagonizado por Luis Alberto García.
La combatiente fue detenida y juzgada por los delitos de tenencia de armas y atentado a los poderes del Estado. El triunfo de 1959 la sorprendió en la cárcel de mujeres de Guanajay, ubicada en la antigua provincia La Habana, hoy Artemisa.
En marzo pasado, Norma Porras, junto a las ex luchadoras de la clandestinidad Natalia Bolívar y Gladys Marel, enviaron una carta pública al gobernante Miguel Díaz-Canel en la que denunciaban que los "veteranos de la Revolución también quedan desamparados con las pensiones recibidas" tras la aplicación de la llamada Tarea Ordenamiento.
Las tres mujeres refirieron que la tarea ha afectado a muchos ciudadanos, sobre todo a los más pobres y necesitados, en su mayor parte ancianos.
"Se transgrede así la justicia social por la que hace tantos años arriesgamos nuestras vidas. (...) El ingreso económico de los veteranos y combatientes, antes ya restringido, se ha visto muy perjudicado. Las modestas subvenciones que recibíamos han sido afectadas. ¿En que se basa una decisión política que desconoce la precaria situación de ancianos que dedicaron sus vidas a trabajar en aras de lo que creían una sociedad más humanista?", subrayaron.
Norma Porras se formó después de 1959 como ingeniera agrónoma pecuaria y licenciada en Sociología, y fue militante del Partido Comunista.
Por voluntad propia su cadáver fue cremado y sus cenizas depositadas en el Panteón de los Veteranos de la Necrópolis de Colón.
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