Un cubano que participó en las protestas antigubernamentales del pasado 11 de julio en la provincia de Ciego de Ávila, podría pasar los próximos nueve años en la cárcel.
Yoel David Ochoa Álvarez se encuentra recluido en la prisión de Canaleta, en espera de la sentencia al proceso iniciado contra él.
Según denunció su tío Hector Ochoa en el grupo de Facebook denominado 'MADRES y Familiares de manifestantes del 11j.', al joven le están adjudicando cargos injustos y fabricados, al igual que a todos los demás participantes en la marcha.
"Es increíble, el gobierno tirano y asesinó era el de Batista, pero a los asaltantes del Moncada a tiro limpio solo le dieron dos años. Da qué pensar, ¿no creen?", cuestionó el autor del post.
Ochoa Álvarez aparece con el número 1055 en el registro que elaboró la organización independiente Cubalex, con los nombres de los cubanos detenidos por participar en las multitudinarias manifestaciones que ocurrieron en julio.
Según los datos recabados por el grupo de asesoría jurídica, el joven fue detenido en su casa por hombres que llevaban palos y tonfas.
"Su madre lo acompañó a Instrucción Penal. Tuvo visita a la semana en un teatro. Fue agredido en la manifestación por un oficial de la SE en el cuello. Él sacó una cuchilla en defensa propia. Fiscalía le pide una sanción conjunta de 9 años por los delitos de desórdenes públicos, desacato, atentado", detalló.
Según el listado de Cubalex, la cifra total de arrestados es de 1,079, de los cuales más de 500 permanecen aún en prisión.
La semana pasada la madre de Ángel Jesús Véliz Marcano, un joven de 27 años detenido en la provincia de Camagüey, denunció que la fiscalía le pide a su hijo ocho años de privación de libertad por los delitos de desorden público y atentado, algo que ella considera una injusticia y una crueldad.
"¿Qué país este que estamos viviendo? Qué condena. Qué desgracia contar con un gobierno tan cruel como el que tenemos. No lo permitiré. No permitiré que mi hijito sea juzgado de esta manera. No lo voy a permitir, tendré que mover cielo y tierra, lo haré; pero no lo voy a permitir. Esto es una injusticia, una crueldad", dijo Ailex Marcano entre lágrimas.
A finales de septiembre una madre cubana fue condenada a un año de cárcel y cinco de destierro de La Habana por participar en las protestas.
Taymara Brown Samón, natural de Guantánamo, vivía alquilada con su hijo de siete años en el barrio de San Isidro, en La Habana Vieja. Tras ser condenada, el niño tuvo que irse de la ciudad junto a su abuela, que es muy anciana.
"Sobre ella pesan, además del estigma político después de ser condenada por manifestarse pacíficamente como miles de cubanos, muchas otras discriminaciones: mujer, mestiza, pobre, oriental", denunció el Movimiento San Isidro (MSI), que precisó que la mujer fue arrestada el mismo 11 de julio y desde entonces no pudo ver más a su hijo.
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