APP GRATIS

15N: Marchando, vamos hacia un ideal

Las maniobras y trampas chapuceras del desgastado poder no han podido con el civismo sereno de Yunior Garcia y sus compañeros, que han ido respondiendo a cada manotazo comunista con gestos democráticos, sin levantar la voz, pero con la firmeza y sabiduría de quienes prefieren la palabra a los fusiles y las tonfas; dejando sin argumentos a los carceleros y hambreadores de Cuba.

 ©

Este artículo es de hace 2 años

La inteligencia y valentía de Yunior García Aguilera y sus compañeros de Archipiélago mantienen en jaque al raulato que -desde la huelga de hambre del Movimiento San Isidro- no consigue afrontar los retos cubanos, ni siquiera en los ámbitos alimentarios y médicos, y cuyo miedo provocó su atrincheramiento y una secuencia de errores costosísimos que se prolongarán más allá del 15 de noviembre.

Las maniobras y trampas chapuceras del desgastado poder no han podido con el civismo sereno de Yunior García y sus compañeros, que han ido respondiendo a cada manotazo comunista con gestos democráticos, sin levantar la voz, pero con la firmeza y sabiduría de quienes prefieren la palabra a los fusiles y las tonfas; dejando sin argumentos a los carceleros y hambreadores de Cuba.

La ofensiva gubernamental se articula en dos frentes: La represión violenta y el dibujo de un próximo escenario de mejoría socioeconómica con el enésimo anuncio de una explotación petrolera que nunca da petróleo, el hallazgo de una mina de oro y plata, falsificando los datos de coronavirus, haciendo menos test y los turistas de la antigua Unión Soviética porque los tradicionales no están ni se les espera, a juzgar por el SOS desesperado del presidente Díaz-Canel.

El simulacro tiene alcance limitado porque muchos cubanos están hartos de promesas y encabronados porque sus hijos y nietos están encarcelados y pendientes de juicios ejemplarizantes; la represión burda es fácil de neutralizar por su carácter bárbaro y evidente; pero la dictadura siempre encuentra lamebotas, incluidos gusañeros, dispuestos a repicar las perversiones delirantes de la factoría ideológica de la Cotrainteligencia y el partido comunista.

El segundo aplazamiento del pago de la deuda al Club de París y el forrajeo del vicepremier Cabrisas en Venezuela dieron al traste con las bolas tardocastristas de alivio inminente, pese a los esfuerzos de los compañeros que interpretaron la reaparición del defenestrado Carlos Lage Dávila, como una reacción de los guillotinados por Raúl Castro, ante el drama de Cuba; insinuando que serían menos malos que los actuales gobernantes.

Lage y Díaz-Canel son meros actores secundarios de un drama jesuíta sexagenario que, siguiendo los ejercicios espirituales de San Ignacio de Loyola, establece que deben "abandonarse en Dios, saber que Él tiene la iniciativa. Es querer lo que Él quiera porque todo le pertenece" (sic).

La subguara tardocastrista se conforma con una jabita, un viajecito al vil capitalismo para seguir cobrando en dólares norteamericanos; mientras emborronan cuartillas, pero los cubanos quieren libertad y decencia, ni más ni menos y; quien se levanta hoy en Cuba, se levanta para todos los tiempos, avisó José Martí, un referente sensato para Archipiélago que afronta la barbarie tardocastrista- con la ventaja de ser libre y no sentirse sujeto al binomio totalitario y mentiroso de revolución-contrarrevolución, penúltimo refugio del tardocatrismo, que sigue encallado entre sus carriles 1 y 2, desde 1989.

El valor político de la marcha del 15N consiste en que -haga lo que haga- la dictadura también perdió ese hito y en la capacidad de Archipiélago para desnudarla ante el mundo y los propios cubanos como una casta verde oliva y enguayaberada liberticida y cobarde, hasta el extremo de violar sus propias leyes y convertir al FARINT, al presidente Díaz-Canel, al partido comunista, al gobierno y la estructura del Poder Popular en escoria política.

El FARINT es un dúo desprestigiado por haberse estrenado en la represión violenta de los cubanos; el presidente es un cadáver incómodo por su acto delictivo de llamar a la guerra civil entre cubanos; ante una conmoción, un mandatario debe elegir entre patria o muerte y Díaz-Canel eligió muerte.. plegándose al atormentado Raúl Castro, que lo eligió para que sostuviera el comunismo de compadres.

El aparato del partido comunista, desguazado por Machado Ventura en su octavo congreso para que no fuera una fuente de conflictos, es un amasijo de burócratas consigneros; comprados con migajas materiales e incapaz de responder a la urgencia de Cuba y ha obligado a desempolvar una entrevista con su antiguo capataz, sin publicar desde abril; pero que viene a reafirmar que José Ramón ha sido más perjudicial que su tocayo de apellido, Gerardo, el llamado asno con garras.

El gobierno cubano -un grupito de cobardes incapaces, presididos por un mentecato servil como Marrero Cruz- es responsable de la muerte de miles de cubanos por coronavirus, de las carencias alimentarias y medicinales y cómplice de los mandamases del FARINT en los intentos de lapidar a los protagonistas de San Isidro, 27N, 11J y Archipiélago.

El Poder Popular -que es impopular y no manda- fue ultimado por la Constitución de 2019, que limita el papel de la Asamblea Nacional a mero departamento del Comité Central, y ahora ha servido para citar a los promotores del 15N en cada provincia, e inmiscuyéndose en competencias del Tribunal Supremo y el Consejo de Estado, negó las autorizaciones de las marchas, tildándolas de ilícitas.

Nunca antes, un movimiento popular espontáneo había puesto en jaque a la dictadura más antigua de Occidente, empeñada ahora mismo en la arqueología política de rescatar a Raúl Castro, que ha tenido que salir de la jubilación para -vestido de general de cuatro estrellas- aparentar que el régimen no se tambalea; como si los cubanos no supieran que mandó a construirse una dacha de lujo y repartió mansiones a hijos y nietos, con el dinero del pueblo empobrecido y reprimido.

¿Qué opinas?

VER COMENTARIOS (1)

Archivado en:

Artículo de opinión: Las declaraciones y opiniones expresadas en este artículo son de exclusiva responsabilidad de su autor y no representan necesariamente el punto de vista de CiberCuba.

Carlos Cabrera Pérez

Periodista de CiberCuba. Ha trabajado en Granma Internacional, Prensa Latina, Corresponsalías agencias IPS y EFE en La Habana. Director Tierras del Duero y Sierra Madrileña en España.


¿Tienes algo que reportar?
Escribe a CiberCuba:

editores@cibercuba.com

 +1 786 3965 689


Siguiente artículo:

No hay más noticias que mostrar, visitar Portada