Kada Staples, una joven residente en Bradenton, Florida, denunció haber quedado muy asustada luego de que media docena de agentes la sacaran a punta de pistola a ella y a su bebé de tres meses de su vivienda por equivocación, en busca de un sospechoso.
En la mañana del viernes 19 de octubre, Staples y su hija dormían la siesta cuando la aplicación Ring la alertó en su teléfono de que llamaban a la puerta.
Su sorpresa fue enorme cuando descubrió que había dos agentes con chalecos antibalas y armas apuntando a su puerta y exigiendo que Shamar Johnson, un hombre al que la Oficina del Sheriff del Condado de Manatee buscaba por homicidio, saliera con las manos en alto porque el lugar estaba rodeado.
Cuando la asustada joven abrió la puerta con su bebé en brazos, al menos tres agentes entraron a revisar la vivienda.
“Posiblemente había siete u ocho tipos con armas. Tres de ellos entraron a mi apartamento sin una orden judicial ni nada”, declaró la mujer a un medio local, al que precisó que el encuentro solo duró unos tres minutos.
Los agentes se fueron tan rápido como llegaron y la dejaron, sin más explicaciones, llorando con su bebé en brazos.
El Servicio de Alguaciles de EE UU. le dijo a FOX 13 News que el apartamento de Staples nunca fue su objetivo, pero el equipo vio cerca a un hombre que coincidía con la descripción del sospechoso y el hombre ingresó al corredor adyacente al apartamento de Staples.
El Servicio de Alguaciles de Estados Unidos aclaró que finalmente arrestaron al sospechoso en el interior de un apartamento cercano.
La noticia ha generado indignación entre numerosos internautas, que reprochan el alcance de la equivocación y la falta de empatía de los agentes hacia la joven madre.
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