Bajo el hashtag Nosotros No Damos Órdenes de Combate, en alusión a las declaraciones belicistas del presidente Miguel Díaz-Canel el pasado 11 de julio, el grupo Archipiélago, principal promotor de la Marcha Cívica por el Cambio del próximo 15 de noviembre, dirigió este jueves un mensaje a las familias cubanas en el que, al contrario de las posturas del Gobierno cubano, abogó por construir un país inclusivo, que respetara las diferencias de pensamiento, y no aceptara injerencias extranjeras.
"Como ustedes, queremos un país mejor, pues antes que ciudadanos somos hijos, padres, nietos, hermanos y primos. Somos jóvenes en nuestra inmensa mayoría. Hemos visto salir a nuestros familiares y amigos de Cuba porque no encuentran futuro en esta tierra asfixiada de política y autoritarismo. Exigimos por vías pacíficas que se respete el derecho que cualquier persona tiene de pensar diferente. Queremos que Cuba sea verdaderamente la casa de todos y que como una gran familia podamos echar adelante: sin injerencias del vecino y sin dejar a nadie atrás. Pero para eso necesitamos respetarnos, sanar las heridas, trabajar juntos", afirmó el comunicado, que se ha vuelto viral en redes sociales.
Además, recordó que quienes forman parte de Archipiélago enfrentan las mismas penurias que la mayoría de las personas trabajadoras en Cuba, pierden largas horas haciendo colas para conseguir comida y medicinas y se ven obcecados en ver cómo resuelven para llegar al día siguiente.
"Es duro, máxime cuando tenemos otras personas a nuestro recaudo. La única diferencia entre nosotros y una parte del pueblo cubano es que sentimos que la vida en Cuba solo va a peor. Llevamos muchos años esperando a que una élite de elegidos cumpla sus promesas. Cada año el sueño de una vida próspera no solo está más lejos, sino que se materializa como una pesadilla", precisó.
Archipiélago insistió en que, en resumen, lo que buscan es "un país mejor". "Si la forma en que se han hecho las cosas hasta el día de hoy no ha funcionado es hora de pensar en cambios", destacó.
"Pensar así no nos hace malos, ni 'gusanos', ni delincuentes. Nos hace diferentes. Nosotros respetamos a los que piensan diferente ¿por qué no puede respetársenos a nosotros? ¿Acaso por eso somos menos humanos o menos cubanos? Queremos que todo proyecto de Nación soberana dignifique la vida humana y que el Estado vele por los derechos de su pueblo todo, no de una élite privilegiada. Nos urge una Cuba que no permita que nuestras cárceles sigan llenas con los más de 500 jóvenes cuyo único crimen fue pedir un país mejor el 11 de julio", agregó la declaración.
En esos momentos, en las cárceles cubanas hay al menos 750 personas presas por motivos políticos. La mayoría fue privada de libertad después de las protestas masivas del pasado 11 de julio y muchas enfrentan sentencias de hasta 27 años de prisión por el presunto delito de sedición. Antes de ese día histórico, la cifra de presos políticos ascendía a 150 aproximadamente.
"Sabemos que a muchos les duelen las historias de esos muchachos, que están siendo condenados con altas penas ejemplarizantes. Familias cubanas, una cárcel le fastidia la vida a cualquiera. ¿Hasta cuándo vamos a seguir callados ante la injusticia? Si mañana el gobierno decide incriminar a sus hijos o como a tantos otros los obliga a irse del país lanzándoles al mar o instándoles a cruzar la selva del Darién, ¿seguirían en silencio? Abuelos y Padres, bien saben muchos las injusticias que se han vivido en este país y que se han callado por temor. Entendemos sus miedos y razones, pero de la verdad podemos correr por un tiempo pero no escondernos de ella para siempre. Todos los males que eligieron no enfrentar, ahora pesan sobre el presente y futuro de sus hijos y nietos", enfatizó el comunicado del grupo, integrado por jóvenes principalmente con distintos perfiles laborales y profesionales e ideologías.
En otro momento, Archipiélago denunció las imágenes y discursos gubernamentales que promueven el odio entre cubanos y que se han estado difundiendo en las redes sociales, sobre todo después del 11 de julio, aunque forman parte de una vieja estrategia del oficialismo. "Invitan a la violencia fratricida con maderos y armas. Nosotros en cambio invitamos al amor y la concordia, a recitar 'Cultivo una rosa blanca' frente al uso de la fuerza", explicó.
"Queremos nuestras familias a salvo y unidas, no sesgadas por orden y desvarío de un gobierno, el mismo gobierno que está convocando 'planes de la calle' y actividades recreativas que involucran a niños. Por favor, familias cubanas, no permitan que el bien supremo de la Nación sea usado como escudo antimanifestación. Nuestros niños son de las pocas alegrías que le quedan a este conjunto de islas que se caen a pedazos", agregó.
En cuanto a la marcha del 15 de noviembre, que ha sido criminalizada y estigmatizada por las autoridades cubanas, Archipiélago instó a evitar todo espacio donde se desarrolle una actividad dirigida por el Estado que involucre a niños y a no formar parte de las denominadas Brigadas de Respuesta Rápidas, que han servido históricamente a la Seguridad del Estado como estrategia de represión encubierta, pues las conforman personas vestidas de civil.
"Piensen que con cada golpe lastiman a otro ser humano, golpean sueños, cortan esperanzas y destruyen la posibilidad de un futuro mejor para todos. No podemos seguir cometiendo los errores del pasado prestándonos para los mítines relámpagos o las órdenes de combates", señaló el comunicado.
Archipiélago destacó que "los golpes no sirven para matar ideas" y que quienes no estén de acuerdo con su forma de pensar debería decirlo en franca conversación desde el respeto mutuo. "No te dejes arrastrar por el odio: a Cuba ponle cerebro y sentimientos de verdad, más allá de cualquier slogan o consigna", añadió.
Antes de finalizar, el colectivo subrayó que sus integrantes no son mercenarios, como pretende hacer creer el Gobierno. "Nadie se entrega a una posible condena judicial por dinero, sino por el peso de las convicciones y los deseos de una vida digna", dijo.
"Cuba se merece un futuro mejor, sé protagonista del cuidado de la persona humana desde el gesto pequeño y el respeto a los hijos de esta tierra piensen como piensen. Como bien dijo el Padre Félix Varela, recuerden que 'los jóvenes son la dulce esperanza de la Patria'. Apóyenlos en sus ganas de soñar un futuro mejor para Cuba, junto a sus amigos y familia, en la tierra que los vio nacer", concluyó.
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