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Ariel Ruiz Urquiola: El 15N será el medidor de la dignidad del pueblo cubano

Para el científico la dignidad estriba en manifestarse el 15N "independientemente de los tanques, de la policía y de una caja de pollo o de ron que puedan poner en la esquina”.


Este artículo es de hace 2 años

El científico cubano Ariel Ruiz Urquiola se mostró escéptico en relación a la marcha prevista para 15 de noviembre en Cuba, la que consideró como el medidor de la dignidad del pueblo cubano.

“El pueblo tiene miedo y ese miedo no es infundado”, dijo Ruiz Urquiola ante la escalada de la represión en Cuba, aunque, al mismo destacó que también “tiene valor, por una parte, porque sabe que ha llegado al mínimo”, en referencia a los efectos de la crisis sistémica de la economía en la isla.

Lo anterior quedó demostrado el 11J como muestra de “la total desesperación” de la gente entonces, agravada por la situación sanitaria generada por la COVID-19.

Sus argumentos tuvieron lugar en la emisión de este miércoles de Las mañanas de CiberCuba bajo el tema ¿Médico o espía? El dilema de un doctor de la seguridad del estado, donde se abordó el más reciente intento del poder para desacreditar a promotores de la marcha del 15N.

Para el científico, la marcha antigubernamental previamente anunciada debe enfrentarse a un régimen con sobrada experiencia en reprimir manifestaciones de disenso y depende de un pueblo lleno de carencias que pueden ser utilizadas para diluir la concentración pública.

Ruíz Urquiola consideró que el régimen va a usar no solo las estrategias que ha venido perfeccionando por décadas en Cuba, sino “la experiencia la KGB” y “la experiencia de la STASI alemana”, servicios de inteligencia de países socialistas antes de la caída del Muro de Berlín.

Otra agravante para el éxito de la marcha, en opinión del biólogo cubano, es la ausencia de cultura cívica en el cubano de a pie y el desabastecimiento que enfrenta una población que “se mueve hoy por hoy donde ponen una caja de pollo o donde ponen una pipa de cerveza… porque, además, ignora en su gran mayoría sus derechos y sus libertades”.

Como analogía, utilizó los recientes sucesos del 24 de octubre cuando a un grupo de 300 cubanos emigrados que pretendían llamar la atención del Papa Francisco sobre la situación en Cuba les fue negada la entrada a la Santa Sede, mientras del otro lado del Atlántico, una multitud disfrutaba de una fiesta popular en el malecón de La Habana.

Aunque no descarta que personas “conscientes de cuán oprimidos han sido ellos durante toda su vida, carente de libertades y derechos… salgan a la calle de manera simple”, el verdadero reto que el científico concede al 15N estriba en la dignidad que los cubanos sean capaces de demostrar.

En alusión a probar coraje en contra del opresor, Ruiz Urquiola aclaró que no se trata de ver “hasta qué punto el cubano los tiene bien puestos”, sino “hasta qué punto ha llegado a adquirir esa dignidad para salir a manifestarse en una protesta cívica a las calles, independientemente de los tanques, independientemente de la policía e independientemente de una caja de pollo o de ron que puedan poner en la esquina”.

“El 15 de noviembre va a ser el medidor de la dignidad que tiene el pueblo de Cuba, de cada individuo por encima de ser un intelectual, o ser un campesino; ahí es donde se va a ver realmente dónde está el valor de la dignidad”, sentenció.

El doctor en Ciencias Biológicas de 46 años fue condenado a un año de cárcel por desacato a la autoridad en mayo de 2018 tras ser víctima de acoso por parte de la seguridad mientras intentaba rehacer su vida en su finca ecológica ubicada en Pinar del Río, luego de ser expulsado de la Universidad de La Habana por denunciar que el gobierno cubano permitía la pesca indiscriminada de tortugas marinas en peligro de extinción.

Al conocer la sentencia se declaró en huelga de hambre durante 16 días que culminó con su excarcelación y posterior salida del país hacia Europa, donde actualmente reside. Esta no fue la primera huelga, ni sería la última.

En octubre de 2016, inició un periodo de ayuno frente al Instituto Nacional de Oncología y Radiología de La Habana para exigir el tratamiento de su hermana para el cáncer de mamas que padece y que el país no garantizaba.

En junio del 2020 Ruiz Urquiola realizó otra protesta pacífica en inanición frente a la sede de Derechos Humanos de la Organización de Naciones Unidas (ONU) en Ginebra, para solicitar una audiencia que finalmente le fue concedida como víctima del régimen en la isla al que atribuye la inoculación del VIH.

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Annarella Grimal

Annarella O'Mahony (o Grimal). Aprendiz de ciudadana, con un título de Máster otorgado por la Universidad de Limerick (Irlanda). Ya tuvo hijos, adoptó una mascota, plantó un árbol, y publicó un libro.


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