El actor cubano Carlos Alejandro Rodríguez Halley, sobrino del general de División y miembro del Buró Político del Partido Comunista de Cuba (PCC), Luis Alberto Rodríguez López-Calleja, reveló interioridades de la familia Castro y afirmó que ha recibido amenazas a causa de sus frecuentes denuncias.
En una entrevista con el Instituto Internacional de Artivismo "Hannah Arendt" (INSTAR), dirigido por la artista Tania Bruguera, el joven realizador audiovisual relató que desde niño vivió el impacto de ver cómo vivía la familia de Raúl Castro. "Fue muy impactante para mí, siendo niño te invitaban a los cumpleaños pero a medida que creces vas entrando por un filtro donde si consideran que no eres confiable dejan de invitarte", explicó.
Rodríguez Halley es el nieto del fallecido general de división Guillermo Rodríguez del Pozo y sobrino de López-Calleja, exyerno de Raúl Castro y jefe del conglomerado militar cubano GAESA: "Mi tío Luis Alberto siempre vivió aparte de la familia. Me imagino que a partir de que se casa con Déborah, la hija mayor de Raúl Castro, pasa a pertenecer a la familia real, como dice mucha gente", señaló.
Expresó que actualmente el funcionario y la cúpula que lo rodea "están esperando a que mueran todos esos dinosaurios" para repartirse lo que queda del país.
"¿Cuántos dinosaurios son? Es decir, Raúl Castro, José Ramón Machado Ventura, Ramiro Valdés, Guillermo García Frías... son gente que ya tienen –creo– más de 90 años", comentó Rodríguez.
El actor –quien a raíz del 11 de julio había pedido a su familia deponer las armas e iniciar una transición a la democracia– afirmó que a causa de esas denuncias ha recibido amenazas, por ejemplo, de su primo Raúl Guillermo Rodríguez Castro (El Cangrejo).
"'Cuídate, gusanón, que estoy puesto para ti'. Es una amenaza, a mí lo mismo me puede matar Luis Alberto que algún enemigo de él para que la gente piense que fue él", explicó.
También reveló que El Cangrejo tiene adicción a algunas drogas: "Yo sí sé que Raulito se droga. Yo lo he visto drogado heavy delante de mí", afirmó.
Sobre su infancia contó que a las familias que están en el poder le dan 10 días en casas grandes ubicadas en el balneario de Varadero. "Como estaba en el pre y no los veía mucho durante el año, en esas dos semanas me ponía al día con lo que pasaba con los demás miembros de la familia", contó el también realizador audiovisual, radicado en España.
"Parte de los privilegios es ver cómo viven, cómo son sus casas por dentro, como son sus relaciones íntimas (...) y ahí ocurre lo mismo, una relación muy machista. Está el patriarca que tiene el máximo respeto, nadie discute delante de él, se hace lo que él diga. Es como las luchas de poder al interior de la familia, allí está esa onda militar, se hace lo que se dice y no hay que cuestionar las órdenes. Se vive esa onda como de medio miedo, que el otro tiene un poder que nos puede joder. (...) se viven esas jerarquías militares y belicistas", subrayó.
Comentó que él estudió en la escuela de deporte Marcelo Salado, en Miramar, una institución que servía de fachada para que los nietos de los altos funcionarios del gobierno estudiaran. "Iban los niños lindos, hijos de mamá y papá. Era una secundaria-pre (...) donde también estaban los hijos de estos funcionarios que iban a ser militares pero no pertenecían a los camilitos".
De joven en las aulas se cuestionaban hechos de la historia de Cuba, y en el fondo esos hijos privilegiados sabían que los demás vivían de la libreta, y no de las despensas de estas familias en el poder. "Tampoco nunca fuimos a una marcha del pueblo combatiente, ni a una de la Batalla de Ideas. Solo asistimos a una marcha que se hizo por Elián, y la noche antes fue una gran fiesta en la escuela", apuntó.
Rodríguez Halley también habló del impacto del bloqueo en las familias que controlan la isla: "Siempre lo he tenido claro, si los americanos quitaran el bloqueo, el crédito de los bancos norteamericanos irían a enriquecer esa dictadura y por supuesto ampliar su ejército y su influencia en toda Latinoamérica", subrayó.
La agencia estadounidense Bloomberg calcula que GAESA controla al menos 57 compañías y sus ramificaciones y entre el 50% y el 80% de la recaudación empresarial en Cuba. Redes de restaurantes, flotas de vehículos, componentes electrónicos, importaciones, proveedores, cadenas hoteleras, tiendas en divisas, servicios bancarios, operaciones con tarjetas magnéticas y las entregas de remesas desde el exterior, etc. constituyen el imperio del general López-Calleja.
En septiembre del año pasado, el gobierno de Estados Unidos sancionó a López-Calleja como parte de la política de reforzamiento cerco financiero contra entidades y figuras de la élite gubernamental del régimen cubano.
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