Los hermanos de la familia opositora Miranda Leyva fueron detenidos este lunes mientras realizaban una protesta pública en el centro de la ciudad de Holguín para exigir el derecho a la vivienda, libertad de todos los presos políticos, el fin del régimen comunista y el respeto a los derechos humanos.
En un vídeo que se comparte este lunes por el canal de YouTube de la Unión Patriótica de Cuba (UNPACU) se observa a Fidel Manuel Batista Leyva, Ada Iris Miranda Leiva y Ana Iris Miranda Leyva caminar por una calle y luego regresar gritando “Abajo la dictadura comunista” “Libertad para los presos políticos” “Derecho a la vivienda”, las mismas consignas de los carteles que portaban, cuando agentes de la Seguridad del Estado, vestidos de civiles, los interceptan violentamente y los introducen en dos automóviles a la fuerza.
Desde una ventana de una casa aledaña se graban este momento y se escucha gritar a una persona “Abusadores y “Asesinos no se los lleven”.
Previo a este acto de protestas los hermanos, quienes son expresos políticos e integrantes del comando opositor Olegario Charlot Spileta, publicaron otro vídeo en el que refirieron lo que iban a hacer este día y mostraron los carteles que portaban cuando fueron detenidos.
Estos hermanos fueron detenidos también en enero de este año cuando intentaban llegar al Tribunal Provincial de Holguín, para apoyar a los manifestantes del 11J que iban a ser juzgados en esa fecha
En esa ocasión, el arresto se difundió desde el perfil de Twitter de José Daniel Ferrer, líder de la UNPACU, mediante un video en el que se aprecia a la familia gritando “Abajo la Dictadura”, “Libertad” y “Díaz-Canel singa'o”.
Los hermanos Miranda Leyva, miembros de una familia de larga tradición opositora en el oriente cubano, han sido arrestados en numerosas ocasiones y también han realizado huelgas de hambre como forma de protesta ante las injusticias.
Cuando las jornadas cívicas del 15N también salieron a protestar y fueron reprimidos por las autoridades de Holguín.
En marzo del 2020, estuvieron sin ingerir alimentos durante 17 días para mostrar su rechazo a la creciente represión en Cuba. A finales de septiembre de 2020 su vivienda fue allanada y vandalizada por el régimen, por lo que tuvieron que refugiarse en el Obispado de Holguín.
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