La Patrulla Fronteriza de Estados Unidos detuvo este último fin de semana a 781 inmigrantes, entre ellos un número no precisado de cubanos, como resultado de haber frustrado múltiples eventos de tráfico humano en el estado de Texas.
Agentes de la Patrulla Fronteriza del Sector del Valle del Río Grande detectaron cuatro grupos grandes de migrantes, en las zonas de La Grulla y Roma, compuestos por un total de 754 personas: 356 adultos que viajaban solos, 275 miembros de familias y 123 niños no acompañados; incluyendo a dos ciudadanos estadounidenses que viajaban con su madre desde Guatemala, informó un comunicado de la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza de EE.UU. (CBP).
De acuerdo con el informe, los migrantes capturados durante el fin de semana procedían de Cuba y de varios países de América Central y del Sur; sin embargo, no especifica cuántos eran cubanos.
Otros tres operativos, que incluyeron la persecución de vehículos que traficaban personas, los días 8 y 10 de abril, en zonas cercanas a Escobares y Encino, respectivamente, terminaron con la captura de un total de 27 personas.
La Patrulla Fronteriza de este mismo sector ya había informado el pasado miércoles de la interceptación en la zona de Eagle Pass de 112 cubanos, dentro de un grupo de 171 inmigrantes de diferentes países de la región.
La cifra de cubanos detenidos en la frontera sur de EE.UU. ha ido en aumento en los últimos meses, en tanto la isla experimenta una oleada migratoria solo comparable a la del Mariel en los años 80.
El 28 de marzo pasado, 1,500 cubanos eran detenidos al cruzar la frontera, lo que marcaba récord para un solo día, según las declaraciones del jefe de la Patrulla Fronteriza, Raúl L. Ortiz.
En marzo, 32,000 cubanos arribaban a la frontera sur de EE.UU., un registro que duplicó las cifras del mes anterior.
Por su parte, algunos estados fronterizos de EE.UU. comienzan a tomar medidas cada vez más estrictas con el fin de contener el flujo migratorio.
Hace unos días, el gobernador republicano de Texas, Greg Abbott, decretó una serie de directrices para contrarrestar el incremento del flujo migratorio hacia su estado. Las medidas incluyen la instalación de alambres de púa en zonas bajas, el bloqueo con botes y la iluminación de noche de algunos puntos del río Bravo.
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