Autoridades cubanas afirmaron este jueves que la vivienda de La Habana Vieja que explotó por una fuga de gas tenía la cocina en mal estado y carecía de los elementos requeridos para cerrarla correctamente.
Al analizar las causas de esta explosión, ocurrida en la calle San Nicolás 954, esquina Corrales, la directora técnica de Gas Manufacturado, Nadiezhda González Durruthy, apuntó que el mal estado del fogón habría incidido en el hecho.
"Otro elemento a destacar es el mal estado del fogón, y no tenía las piezas plásticas para cerrar y abrir. Además, cuando los bomberos entraron tuvieron que cerrar la llave. Al ser un espacio tan pequeño, no se necesitaba mucho grado de concentración del gas para que pudiera ocurrir la explosión, al encender la luz", explicó al portal oficialista Cubadebate.
La experta dijo, además, que de manera preliminar se determinó que el espacio donde estaba la cocina no tenía ventilación, lo cual constituía "una condición de peligro".
"La vivienda no debería haber tenido el servicio de gas manufacturado", subrayó.
Esta explosión ocurrida el miércoles en La Habana Vieja causó tres heridos, de los cuales dos fueron remitidos a hospitales locales, Reinaldo Quintana y el menor de 10 años Yeslei Quintana de la Viña. También sufrieron daños otras tres viviendas.
El incidente ocurrió a menos de una semana de la explosión en el Hotel Saratoga de La Habana, donde 45 personas perdieron la vida y casi un centenar de cubanos sufrieron heridas y afectaciones en sus viviendas.
El coronel Luis Carlos Guzmán, jefe del Cuerpo de Bomberos de Cuba, aclaró a la prensa oficialista, sin embargo, que la explosión de esta madrugada "no tenía nada que ver" con los trágicos sucesos de la instalación turística.
En las últimas horas, antes de que ocurriese la explosión de esta mañana en San Nicolás 954, esquina Corrales, por presunta negligencia doméstica, vecinos de La Habana estuvieron comentando en las redes sociales que sentían olor a gas en varios sitios de la geografía capitalina, lo que el gobierno atribuyó a un pánico psicológico provocado por los sucesos del pasado viernes.
La Empresa de Gas Manufacturado aumentó los niveles de odorización del combustible, para así detectar los posibles escapes y evitar más tragedias.
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