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Anciano cubano de 83 años cruza la frontera de Estados Unidos tras recorrer seis países

El anciano salió de Cuba el 29 de mayo junto a su hijo. Al llegar a México tuvo que caminar casi tres horas por el desierto para poder cruzar la frontera.

Anciano cubano junto a su familia en Estados Unidos © Captura de video de YouTube de AmericaTeVeCanal41
Anciano cubano junto a su familia en Estados Unidos Foto © Captura de video de YouTube de AmericaTeVeCanal41

Este artículo es de hace 1 año

Un anciano cubano de 83 años llegó a Estados Unidos tras cruzar la frontera con México, paso final de una travesía por seis países.

Esber Rodríguez, natural de Holguín, arribó el lunes pasado al aeropuerto de Tampa, donde lo esperaban sus tres hijas y nietos con globos y banderas norteamericanas.

El anciano salió de Cuba el pasado 29 de mayo junto a su hijo Eduardo. Ambos realizaron un largo y difícil viaje que incluyó República Dominicana, Jamaica, Nicaragua, Honduras, Guatemala y el propio México.

Según el reporte de América TeVe, Rodríguez al llegar al territorio azteca tuvo que caminar casi tres horas por el desierto para poder cruzar la frontera hacia Estados Unidos.

El periodista Daniel Benítez precisó en su canal de YouTube que padre e hijo caminaron por suelo mexicano hasta llegar al muro por Baja California. Una vez en su destino final, fueron pasados a un centro de detención, donde permanecieron nueve horas.

La familia del anciano reveló al reportero que en las últimas dos semanas han llegado otros parientes a Estados Unidos, y que aún quedan dos que están en camino.

En meses recientes se han reportado varios casos de ancianos cubanos que, a pesar de su avanzada edad, han preferido correr los riesgos que representa emprender la ruta desde Nicaragua hasta la frontera estadounidense, para poder comenzar una nueva vida en libertad.

En mayo, una abuela de 82 años logró cruzar el río Bravo junto a su nieto y dejó claro que no hay límites para emigrar cuando se vive en una situación desesperada.

Abuela y nieto arribaron a suelo estadounidense por la frontera sur de Texas. La mujer declaró al periodista Yusnaby Pérez, de Telemundo 51, que pensó que iba a morir en el río, porque tuvieron que oponerse con fuerza a la corriente.

"Cuando me encontraron yo creí que me iba a morir. Estaba deshidratada y ellos hasta me cargaron y me montaron en su carro. Me dieron agua, me pusieron agua en el cuello y todo para que me sintiera mejor. Me atendieron muy bien", explicó, en referencia al buen trato que recibió de las autoridades norteamericanas.

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