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Exiliada cubana evoca su casa natal expropiada al encontrarla en alquiler de Airbnb

Lillian Pons Montero, quien salió de Cuba durante la Operación Pedro Pan en 1961, se emocionó al hallar la casa expropiada a su familia en La Habana en Google Maps, hoy rentada a turistas.

Casa del Vedado expropiada por el régimen © Facebook/Lilliam Pons Montero
Casa del Vedado expropiada por el régimen Foto © Facebook/Lilliam Pons Montero

Este artículo es de hace 1 año

Una exiliada cubana evocó los recuerdos de su casa natal que el régimen le expropió a la familia, tras encontrar en Google Maps que la morada se renta para turistas a través de la aplicación Airbnb.

“Para muchos cubanos que tuvieron que irse al exilio durante su niñez supongo les pasa como a mí que quisieran saber en qué condiciones está ahora esa casa que ha quedado en sus recuerdos para siempre”, dijo en una emotiva publicación en Facebook Lillian Pons Montero, quien reside en la ciudad de Scottsdale, en Arizona, Estados Unidos.

Pons Montero refirió que salió de la casa donde nació, ubicada en la calle Paseo 409, entre 17 y 19, en el Vedado, La Habana, hace 62 años, cuando tenía 11 años y con apenas tres mudas de ropa.

Captura Facebook/ Lillian Pons Montero

“Por las injusticias del comunismo, que se apoderó de la isla cubana, la memoria me juega una trampa porque no tengo claro todos los detalles que quisiera recordar”, aclaró la exiliada cubana.

Contó que “hace unos días tuve una sorpresa, cuando mi hijo Luis Miguel, por casualidad buscando en el Google Maps la dirección de mi casa natal, por mera curiosidad, descubrió que la han convertido en una casa clasificada Airbnb para los turistas que quieran ir allí a quedarse y disfrutar de ella”.

Dijo que fue una sorpresa agridulce porque le consuela que “no esté en ruinas y desbaratada, como muchas de las casas antiguas de La Habana. Creo, al menos, que he tenido suerte que la puedo ver en las 40 fotos que aparecen anunciadas en Google Maps, en Booking.com y en Airbnb, y alegrarme que está perfectamente reconstruida por afuera y por dentro con magníficas calidades y buen gusto”.

Captura Facebook/ Lillian Pons Montero

Señaló que mirando esas foto recordó “pequeños e importantes momentos de mi niñez cuando crecía al lado de mis abuelos y mis padres, celebrando cumpleaños con amiguitos y jugando felizmente en aquellos días en que Cuba era libre y vivíamos en paz y en familia, y lo más importante EN NUESTRO PAÍS”.

“La historia de esa casa, Paseo 409 entre 17 y 19, Vedado, La Habana, Cuba, data de finales del siglo 19 cuando mi bisabuelo materno el Dr. Jorge Núñez y la Sra. ROSA Bengochea construyeron esa casa para vivir en ella, al contraer matrimonio, pues ese terreno se había comprado, cuando el Vedado no era aún un sitio muy agradable para vivir, porque el mar entraba a menudo, y se inundaba todo... con el tiempo se rellenó y se hizo el Malecón, cuyos muros llegarían hasta allí y así las inundaciones desaparecieron”, rememoró Pons Montero sobre los orígenes de la morada que fuera de su familia y ahora es un hostal para turistas.

Asimismo, dijo que en esa casa nació su abuela Esperanza Núñez Bengochea, en 1893, y su tío abuelo Jorge, además su madre y ella.

“Son tres generaciones, cuyos sueños y vivencias aún quedan grabados en sus paredes, y por supuesto en nuestra memoria... Fuimos los desheredados de nuestras casas y de nuestra patria, por aquellos envidiosos y equivocados comunistas, que al día de hoy, aún están en el poder de esa isla a la que todo cubano añora regresar... pero eso sí, cuando vuelva a ser libre y soberana”, comentó en su publicación.

Captura Facebook/ Lillian Pons Montero

En los comentarios a su post, Pons Montero dijo que en esa casa vivieron sus abuelos hasta 1965 y que ella salió de la isla en 1961, a través del éxodo infantil conocido como Operación Pedro Pan, cuando tenía 11 años. Su padre se había ido en 1959 y su madre pocos meses después que ella saliera del país.

El resto de la familia, hijos y nietos de mis abuelos, también se habían ido al exilio. Cuando mi abuelo murió, mi abuela al quedarse sola se fue al exilio también y al irse tuvo que entregar las llaves a los comunistas y todo lo que en ella había para que le dieran la salida a USA... Así era en 1965. La casa fue robada a cambio de su libertad y nosotros los herederos todos estábamos en el exilio”, recordó con dolor.

Precisó que su abuelo vivió allí hasta su muerte en 1965, y en ese mismo año su abuela decidió irse al exilio.

“Para que le dieran la salida, y poder irse, tuvo que entregarlo todo con un inventario y con todo lo que había adentro o no salía... Cambió su casa y sus recuerdos por la libertad”, concluyó Pons Montero.

Captura Facebook/ Lillian Pons Montero

En marzo de 2021, el empresario español Jordi Cabarrocas, presidente ejecutivo de 1898 Compañía Recuperaciones Patrimoniales S.L., aseguró a CiberCuba que al menos 500 familias de Estados Unidos, España y algunos países de Latinoamérica han hecho ya los trámites para exigir por la vía legal lo que les quitaron en Cuba en 1959.

La empresa de Cabarrocas, con oficinas en Miami, Madrid y Barcelona, se dedica a reclamar propiedades nacionalizadas en Cuba y ha contactado entre 700 y 800 familias que están pensando si dan el paso.

Se trata, según explicó el empresario, de segundas y terceras generaciones descendientes de una clase media y media alta cubana, que se marchó del país en 1959 creyendo que la revolución duraría poco y dejando atrás un importante patrimonio inmobiliario.

Muchos de esos primeros emigrantes han fallecido y son sus hijos y nietos los que esperan un cambio en Cuba para exigir la devolución de sus casas, edificios ocupados por instituciones públicas, fincas, terrenos, etc.

Captura Facebook/ Lillian Pons Montero

No se trata de una quimera sino de un proceso que ya se llevó a cabo en los países del Este de Europa después de la caída del comunismo sin que el proceso supusiera algo "traumático" para las familias que vivían, como en Cuba, hacinadas, por ejemplo, en viviendas expropiadas que fueron convertidas en cuarterías o solares. No obstante, Cabarrocas aclara que son la minoría de los casos que llevan.

Asimismo, está convencido de que no será difícil llegar a un entendimiento que sea bueno para todas las partes, de manera que los legítimos propietarios recuperen lo que les pertenece sin que los residentes en esas casas se queden en la calle. "Nunca será una solución traumática", insistió.

En 2019 el expresidente de EE.UU. Donald Trump activó el Título III de la Ley Helms Burton, que permite a ciudadanos estadounidenses reclamar propiedades nacionalizadas en Cuba.

Captura Facebook/ Lillian Pons Montero

Desde el primer momento, la administración Trump advirtió de que no afecta a las propiedades y las entidades de beneficio público de los cubanos de a pie, como la prensa estatal y los jerarcas del régimen han intentado inculcar en la población, agitando fantasmas de reclamación que no están siquiera estipulados en el texto de la ley.

Amparado en el Título III de la Ley Helms-Burton puede hacer reclamaciones cualquier reclamante certificado por la Comisión de Liquidación de Reclamaciones Extranjeras del Departamento de Justicia de EE.UU. o ciudadanos cubanos naturalizados hasta el 12 de marzo de 1996, fecha de promulgación de la ley.

Captura Facebook/ Lillian Pons Montero

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