Un campesino de la Isla de la Juventud, en el occidente de Cuba, produce aceite de ajonjolí para abastecer a su familia ante la escasez de grasa para cocinar.
Alejandro Escalona Tamayo es usufructuario y encontró una solución para que en la cocina de su casa no falte el aceite. Inició su propia producción usando ajonjolí.
Aprendió a elaborar este tipo de aceite vegetal en el Proyecto de Innovación Agrícola Local (PIAL), una iniciativa de intercambio entre productores cubanos que buscan hacer más rentables sus fincas. Escalona tiene la suya, llamada La Luisa, a pocos kilómetros de Nueva Gerona.
"Cuando leí sobre la posibilidad de sacar aceite de ajonjolí, inmediatamente puse manos a la obra. Vi en ese cultivo, oriundo de India y con buena manifestación en mis tierras, la oportunidad perfecta para hacerlo", dijo en entrevista al medio de prensa oficialista Juventud Rebelde.
El cubano tiene experiencia en el cultivo de ajonjolí. "Sembramos 1,6 hectáreas de la variedad nacional 5, con el propósito de extraer aceite. Al principio vinieron las hormigas y tratamos de eliminarlas, pero cuando vimos que controlaban al gusano las dejamos. Fíjese que ni el ganado se come la mata", comentó.
Sobre la calidad de este aceite manufacturado explicó que "no tiene olor y se fríe bien con él. Al principio sale con un color oscuro. Hay que dejarlo reposar unas 48 horas para que sedimenten las impurezas y luego someterlo a calor para que adopte el color amarillo normal del aceite. Entonces ya está listo para usarlo".
Sin embargo, las cosas nunca son fáciles en Cuba. El campesino primero tuvo que recuperar una máquina extractora de aceite, le adaptó el motor, reparó las cuchillas y modificó los embudos. Ahora es capaz de producir aceite y tiene un buen cultivo de ajonjolí, pero no puede comercializar el producto porque no tiene envases.
"El problema para comercializarlo está en la adquisición de envases. La alternativa pudiera ser el nylon porque contamos con máquina selladora gracias al proyecto PIAL, pero tampoco tenemos ese recurso", explicó.
El pueblo cubano desde hace varios meses sufre la carencia de aceite para cocinar y lo han denunciado en numerosas ocasiones. Cuando venden aceite en las tiendas se forman colas para conseguirlo y se paga una botella a altos precios en el mercado informal.
En marzo un reportaje de la prensa oficialista indicó esto no es por insuficiencia productiva o baja importación. Raciel Montalvo Bravo, director de tecnología y desarrollo de la empresa refinadora de aceite, ERASOL, en Santiago de Cuba, aseguró que el problema se debe a una mala distribución.
Ajonjolí son las semillas oleaginosas de la planta herbácea "sesamum indicum", por eso se les llama también semillas de sésamo. Tienen gran valor nutricional y son ricas en proteínas, ácidos grasos insaturados, calcio, magnesio vitamina E y fibras.
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