Autoridades de Palma Soriano pretenden emplear hornos tradicionales para producir pan en esa localidad santiaguera ante el agravamiento de la crisis energética y los consiguientes apagones.
En la actualidad, se está evaluando el estado de esos hornos, con el objetivo de recuperarlos y hacerlos funcionar de ser necesario, según puntualizó un directivo entrevistado por el canal local TurquinoTeVe, cuyo nombre y cargo no fueron revelados.
Reconoció que también existen problemas con la distribución de la harina, que se realiza de forma diaria, no con la cobertura de 15 o 20 días de que disponían antes.
Para minimizar los perjuicios a la población por las irregularidades en la producción del pan que se distribuye de forma racionada, el funcionario aseguró que es un deber de las administraciones de las panaderías dar a conocer a los clientes el horario en que podrán adquirir el producto, y así evitar que deban esperar un largo tiempo.
“Si hay algún retraso con el pan los administradores tienen la responsabilidad de decirle [a la población] cuál es el horario de venta de cada punto para no maltratar al pueblo”, subrayó.
En días pasados trascendió que en la provincia de Santiago de Cuba la producción y comercialización de este alimento normado transita por una crisis, en la que el factor que más incide es la falta de electricidad.
La intermitencia del fluido eléctrico provoca que las etapas del proceso de elaboración del producto se alteren y la calidad se afecte considerablemente.
Para la producción de pan en la provincia oriental se utilizan mayormente hornos eléctricos que se ven paralizados cuando quitan la electricidad.
La fermentación del pan, además, se somete a un periodo de tiempo mayor que el necesario cuando no puede meterse a tiempo a los hornos y la masa se acidifica, originando un sabor del que muchos consumidores se quejan.
Hace algunos días Jorge Luis Arce Ferrera, director de la Empresa Provincial de la Industria Alimentaria, reveló que se recuperaron 120 hornos de leña para elaborar el pan cuando no haya electricidad y se instalaron 14 grupos electrógenos para favorecer la producción del alimento.
La escasez de harina impide en toda Cuba la producción del pan, un alimento básico para los ciudadanos. Las autoridades han aplicado alternativas para sustituir este ingrediente o aumentar la cantidad con otros productos.
En otras provincias la situación con la harina ha obligado a la suspensión de la venta del pan normado a la población. A finales de junio, el gobierno de Guantánamo debía a su población la entrega de 80 mil panes que no se habían podido elaborar por los continuos apagones.
En Taguasco, Sancti Spíritus, llegó a emplearse una harina de producción nacional de baja calidad con un extensor de plátano que daba una coloración grisácea al pan, aunque no afectaba el sabor.
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