Por primera vez en 20 años el euro alcanza su valor más bajo frente al dólar, al cotizarse este lunes a menos de 0,99 con respecto a la moneda estadounidense.
El euro amaneció a 0,9883 dólares, su valor mínimo desde diciembre del 2002, de acuerdo con la plataforma de mercados financieros Investing, que proporciona datos en tiempo real, cotizaciones, gráficos, herramientas financieras, noticias de última hora y análisis de 250 mercados del mundo.
Su valor máximo lo había alcanzado en 2008, (a 1,60 dólares) por lo que el euro vale hoy el 61% de lo que valía hace 14 años. Solo desde febrero a la fecha, la moneda común se ha desplomado casi un 12% con relación a la estadounidense.
En julio pasado, cual vaticinio, ambas monedas lograron una breve paridad, atizada por el riesgo latente de crisis tras la invasión de Rusia a Ucrania, mientras la zona económica europea alcanzaba una tasa de inflación récord del 8,9% según datos de la oficina de estadística de la Unión Europea, aunque actualmente hay países que rozan el 20%.
Ahora, sin embargo, el fortalecimiento del dólar contra el euro llega tras el cierre total del gasoducto Nord Stream 1 por parte del gigante energético estatal ruso, Gazprom, que justificó el corte de gas a Europa con labores de reparación por una fuga de petróleo en su estación de compresión de Portovaya.
La medida ha sido vista como retaliación de Rusia contra Europa en respuesta a sanciones y condenas por la guerra en Ucrania. En este sentido, el fabricante de turbinas Siemens Energy alegó que el cierre no está técnicamente justificado.
La caída del euro, si bien pudiera potenciar las exportaciones de la zona común del viejo continente, amenaza con la irrupción de una recesión económica, de continuar la tendencia inflacionaria.
Los contratos de gas natural en Europa, apenas se supo del cierre energético por parte de Rusia, se dispararon de golpe un 30%.
Las compañías, al verse obligadas a buscar otras fuentes de gas (con precios más elevados), se abocan a la insolvencia económica, puesto que los altos precios obligan a las empresas a asumir mayores márgenes para hacer frente a la situación.
Lo anterior, obliga a los gobiernos a organizar rescates financieros para que las empresas con pérdidas puedan continuar operando en el mercado y esto acarrea un costo elevado para la economía.
El dilema está en que el oleoducto ruso es la fuente de gas natural más económica para Europa. El reto, para los países de la moneda común, es evitar que la crisis energética se convierta en una crisis financiera.
Para hacer frente al actual panorama, los gobiernos de la Unión Europea agendaron una reunión de última hora para el próximo viernes 9 de septiembre con el fin de concebir medidas para mitigar el impacto de la estocada energética por parte de Rusia.
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