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Sacerdote cubano envía carta al Papa: "¿Cómo es posible que calle frente a una represión brutal contra ciudadanos pacíficos?"

“No se deje engatusar y engañar por los grandes de este mundo. Su lugar no está entre ellos, sino al lado del pueblo”, dijo el padre José Conrado Rodríguez, conocido por sus posturas críticas sobre el régimen cubano.

El Papa y Raúl Castro durante su visita a Cuba de 2015. © Granma
El Papa y Raúl Castro durante su visita a Cuba de 2015. Foto © Granma

Este artículo es de hace 1 año

El sacerdote José Conrado Rodríguez Alegre, un conocido crítico del régimen cubano, envió una carta abierta al Papa Francisco en la que lo cuestiona por su silencio “frente a una represión brutal contra ciudadanos pacíficos”.

Rodríguez Alegre, párroco de la iglesia San Francisco de Paula de Trinidad, en la provincia de Sancti Spíritus, cuestionó duramente al Sumo Pontífice por su postura ante la represión del régimen contra los manifestantes del 11J.

“Santidad, su entrevista en la cadena Univisión con motivo del primer aniversario del levantamiento popular del 11 de julio de 2021 en Cuba, sorprendió a muchos en la Isla y fuera de ella. Santo Padre, los cubanos sentimos vergüenza ajena por Usted”, apuntó el religioso en su misiva, publicada en las redes sociales desde el pasado domingo.

El texto fue leído en la homilía dominical del padre José Conrado en una iglesia de Los Angeles. El sacerdote regresó este martes a Miami y emprenderá próximamente su retorno a Cuba.

"Decidí escribir esta carta porque es necesario hablar con sinceridad", dijo José Conrado a CiberCuba. "La situación de Cuba es desesperante y hay que propiciar un cambio en el país... Necesitamos una salida para el pueblo cubano".

En la carta, José Conrado también se preguntó que “¿cómo es posible que el Papa calle frente a una represión brutal contra ciudadanos pacíficos que gritaban ‘Patria y Vida’ y expresaban su enorme anhelo de libertad y de justicia frente a un gobierno que lleva 63 años en el poder conculcando derechos y aplastando a todo un pueblo?”.

Los cerca de mil presos, en su mayoría jóvenes, algunos incluso menores de edad, que llenan desde entonces nuestras cárceles, son un clamor que llega al cielo y que debería conmover los corazones de los dirigentes del mundo, y de los pueblos y naciones de la tierra. Pero, sobre todo, de la Iglesia y del supremo Pastor de la misma, el servidor de los servidores de Dios”, expuso, además el sacerdote católico.

Asimismo, comentó que “con tristeza le trasmito lo que me dijo un joven y excelente sacerdote: ‘A veces el Papa me suena más como un ideólogo que como un profeta o un pastor’”.

El religioso recordó, además, que “algo más, y terrible, sucedió ese día: El presidente de la nación y primer secretario del Partido Comunista de Cuba, hizo un llamado no a la moderación y la concordia sino a la represión y la violencia contra los reclamantes, a manos de aquellos que contaban con el uso y posesión de las armas, representantes del poder y apoyados por este”.

“Santidad, la palabra del Apóstol de nuestra independencia, José Martí, sigue siendo un paradigma de justicia y equidad para los cubanos de todas las tendencias. Quiero citar a Martí en un texto lapidario: “Asesino alevoso, ingrato a Dios y enemigo de los hombres, es el que, so pretexto de dirigir a las generaciones nuevas, les enseña un cúmulo aislado y absoluto de doctrinas, y les predica al oído, antes que la dulce platica de amor, el evangelio bárbaro del odio. ¡Reo es de traición a la naturaleza el que impide, en una vía u otra, y en cualquier vía, el libre uso, la aplicación directa y el espontáneo empleo de las facultades magníficas del hombre!” “...Ni la originalidad literaria cabe, ni la libertad política subsiste, mientras no se asegure la libertad espiritual’

En la carta el párroco cubano le dice al Papa que “si queremos tener un norte claro ante los problemas de este mundo, debemos optar por los más pobres, por los más débiles, por los oprimidos. Como nos dijo el Señor: ‘los poderosos de la tierra los oprimen, pero quieren que se les llame benefactores de la humanidad y padres de la patria. Pero entre ustedes que no sea así: el que quiera mandar que se ponga a servir y el que quiera ser primero que vaya y tome el último lugar. Porque yo mismo no he venido para ser servido sino para servir y para dar mi vida en rescate de todos’”.

“En nombre de la Verdad, le pido, Santidad, no se deje envolver en componendas guiadas e inspiradas por los principios del poder o de la ‘Razón de Estado’. No se deje engatusar y engañar por los grandes de este mundo. Su lugar no está entre ellos, sino al lado del pueblo. Su lógica debe ser la de Jesucristo: despojado de todo rango y categoría, para servir desde la pequeñez y la pobreza. Hay que defender a las ovejas: en Cuba, Nicaragua, Venezuela, China. Siempre con los oprimidos, nunca con los opresores”, concluye en su carta el sacerdote católico.

José Conrado cobró notoriedad internacional en 1994, cuando envió una carta abierta al gobernante Fidel Castro en medio de la crisis económica y social de Cuba del llamado "período especial". Una misiva también crítica sobre la situación nacional la dirigió en 2009 al sucesor, el General Raúl Castro.

Tras ser consultado sobre el primer aniversario de las masivas protestas del 11J, el Papa Francisco se fue por las ramas y dijo querer mucho al pueblo cubano, a la vez que confesó haber desarrollado una "relación humana" con Raúl Castro.

La máxima autoridad de la Iglesia Católica afirmó que la isla "es un símbolo", y criticó a los medios de prensa que lo tildan a él de "comunista" por esa cercanía con quienes gobiernan en Cuba.

“Yo quiero mucho al pueblo cubano, lo quiero mucho. Tuve buenas relaciones humanas con gente cubana y también lo confieso: con Raúl Castro tengo una relación humana", dijo Francisco en entrevista con las periodistas mexicanas María Antonieta Collins y Valentina Alazraki.

"Yo me quedé contento cuando se logró ese pequeño acuerdo con los Estados Unidos, que el presidente Obama lo quiso en su momento, y Raúl Castro lo aceptó y fue un buen paso adelante, pero que se detuvo ahora”, añadió.

“En estos momentos se están haciendo diálogos de sondeo para acortar distancias. Cuba es un símbolo, Cuba tiene una historia grande, yo me siento muy cercano, incluso, a los obispos cubanos”, continuó el Sumo Pontífice.

“Ciertos grupos de medios de comunicación muy ideologizados, que se dedican a ideologizar la postura de los otros... A veces no saben distinguir lo que es el comunismo de lo que es el nazismo, de lo que es el populismo, de lo que es un popularismo... Cuando me acusan de comunismo digo: ‘¡Qué trasnochado está esto!’", acotó.

"Esas acusaciones ya pasaron, las veo como trasnochadas. No me preocupan. La hacen pequeños grupos ideologizados”, concluyó.

El papa Francisco visitó Cuba del 19 al 22 de septiembre de 2015. Fue recibido por Raúl Castro en el Aeropuerto Internacional José Martí y en el discurso que pronunció tras su arribo pidió a Raúl que transmitiera a Fidel, entonces retirado de la vida pública, sus sentimientos de "especial consideración y respeto".

El Sumo Pontífice se reunió con el mayor de los Castro tras la multitudinaria misa celebrada en la Plaza de la Revolución. En la cita estuvieron presentes la esposa, hijos y nietos del exdictador, según confirmó en ese momento el portavoz del Vaticano; quien precisó que Francisco y Fidel intercambiaron libros y regalos.

El medio oficialista Cubadebate reseñó que “coincidieron en importantes temas de interés vinculados a la causa de los pobres, la preservación de la paz y la supervivencia humana”.

Francisco fue el tercer papa que visitó la isla en menos de 20 años. Le antecedieron Benedicto XVI, en 2012, y Juan Pablo II, en 1998.

Pero no es la primera vez en los últimos meses que la actitud del papa Francisco y del entorno Vaticano desconcierta a los exiliados cubanos.

En octubre de 2021 el Vaticano negó la entrada a cientos de cubanos que pretendían a la celebración dominical del Ángelus con la intención de visibilizar la marcha del 15N y la situación de los presos políticos en Cuba.

La Guardia de la Santa Sede argumentó que habían recibido información de que los cubanos harían un atentado en la Plaza.

El incidente fue fuertemente condenado entre los exiliados cubanos y recibió el rechazo de los congresistas cubanoamericanos María Elvira Salazar, Mario Díaz-Balart y Carlos Giménez, quienes enviaron una carta al arzobispo Christophe Pierre, nuncio apostólico de la Santa Sede en EE.UU., para comunicarle su “decepción” en lo relativo a la postura del Papa Francisco ante la represión en Cuba.

En 2021, una semana después de las protestas del 11 de julio, también durante el Ángelus, otro grupo de cubanos residentes en Italia sí consiguió asistir con banderas y carteles para llamar la atención del Papa ante la espiral represiva que se desarrollaba en la isla como consecuencia de las protestas.

En aquel momento el Sumo Pontífice “paz, diálogo y solidaridad” para Cuba, y dijo estar "cerca del pueblo cubano en estos momentos difíciles".

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