Los vehículos armados por partes y piezas en Guantánamo tendrán de plazo hasta el miércoles 5 de octubre para ser legalizados ante la Dirección Provincial de Transporte luego de realizada la correspondiente inspección técnica.
Conocidos como “riquimbilis”, los vehículos surgidos del ingenio de los cubanos y de sus acuciantes necesidades de transporte son aquellos que han sido ensamblados de manera artesanal a partir de partes y piezas recuperadas.
Hasta la fecha, según Venceremos, solo el 56 por ciento de los dueños de esos medios censados en Guantánamo ha acudido a realizar la inspección técnica, para su posterior certificación en el territorio.
Cuando apenas queda una semana para que finalice el plazo acordado por la Resolución 200 del 2021, emitida por el ministro de Transporte, el subdirector técnico de Transporte en la provincia, Rainelquis Veranes García convocó a todos los propietarios de riquimbilis a completar el proceso de legalización.
En ese sentido, remarcó que la oportunidad de legalizar vehículos manufacturados por los ciudadanos es excepcional y se brinda por una única vez en Cuba desde el pasado año, sin posibilidad de prórroga para dicho trámite.
De no acudir ese 44 por ciento de propietarios de riquimbilis a la inspección técnica, perderán la posibilidad de legalizarlos. El objetivo es garantizar que cumplan con los requisitos de seguridad vial, para lo cual deben llevar sus vehículos a la planta que realiza el control técnico, más conocida como Somatón.
Veranes García indicó que, desde que fue publicada la Resolución en la Gaceta Oficial (en julio de 2021) se ha registrado un promedio de asistencia de cinco o seis propietarios de riquimbilis diarios en el Somatón, lo cual indica que en Guantánamo unas 2,100 personas han intentado legalizar los vehículos que han ensamblado a partir de piezas y partes.
Un cálculo aproximado a partir de los datos ofrecidos por el funcionario indica que faltarían unos 1,650 propietarios de riquimbilis por legalizar en Guantánamo. De ellos, muchos se quedarán sin posibilidad de hacerlo por cuestión de tiempo, ya que el Somatón tendría que inspeccionar unos 330 vehículos días hasta que finalice el plazo.
Sin embargo, explicó Veranes García las comisiones de trabajo provinciales se han trasladado hasta los municipios más lejanos de la provincia, y en Guantánamo (uno de los más retrasados en el proceso) se realizaron citaciones personales a los dueños de los equipos, llamadas por teléfono y visitas en los Consejos Populares para informar la fecha límite y los horarios de la revisión técnica.
Los vehículos que no hayan sido censados ni aprobados en la inspección técnica tendrán prohibida la circulación, una vez concluido el plazo del proceso de homologación, recordó el funcionario.
De ser encontrados circulando por las vías públicas sin la debida documentación, los propietarios de las riquimbilis ilegales “podrán ser objeto de multas y hasta de decomisos en cumplimiento de lo legislado”.
Durante el año en curso y en caso de ser legalizados, Cuba habrá incorporado más de 100 mil vehículos armados por piezas o transformados al parque vehicular que ya rueda por el país, según cálculos hechos por las autoridades a finales de marzo.
El aumento en las calles cubanas de vehículos construidos a partir de piezas y partes se debe a la relajación del marco regulador que supuso la Resolución 200, que abrió la puerta a la homologación de estos en agosto del pasado año.
Las autoridades estiman que esta medida supondrá un aumento de “más de 100,000 vehículos armados” por los cubanos, circulando por las vías del país. “Esto influirá en la circulación y seguridad vial, aumentando las congestiones y la vulnerabilidad de estos medios”, declaró a Granma Reinaldo Becerra Acosta, secretario de la Comisión Nacional de Seguridad Vial.
Con la normativa, el gobierno de Miguel Díaz-Canel pretende paliar la crisis del transporte que atraviesa el país como resultado de una recesión económica sin precedentes.
La homologación de vehículos motorizados ensamblados por sus propietarios pretende dar respuesta a las demandas durante décadas de la población, pidiendo a las autoridades cierta flexibilidad para circular sin depender del servicio público de transporte.
No obstante, la normativa permite a cada propietario homologar un solo vehículo, sean de motor, remolques y semirremolques, luego de ser aprobados por un equipo de especialistas que los valora.
“Estos vehículos se asemejan mucho, por sus características y estructura, a los que se fabrican industrialmente. Lo que nos queda es hacer la revisión de los mismos para saber si reúnen o no los requisitos técnicos para su presencia en la vía pública”, indicó en su momento Mario Pérez Ventura, Director General de Transporte Automotor del ministerio de Transporte.
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