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Gobierno cubano asegura que realiza minuciosa investigación de hechos en Bahía Honda

Sin precisar el número de muertes (7), ni la edad de la niña Elizabeth Meizoso (2), ni la desaparición de una octava persona, el programa Mesa Redonda se refirió a los hechos dando voz a oficiales y funcionarios del régimen, pero silenciando a las víctimas y sus familiares.

Teniente coronel Imadra Oceguera Cull, de la Dirección de Tropas Guardafronteras © Captura de video / Mesa Redonda
Teniente coronel Imadra Oceguera Cull, de la Dirección de Tropas Guardafronteras Foto © Captura de video / Mesa Redonda

Este artículo es de hace 1 año

El gobierno cubano aseguró este martes que realiza una minuciosa investigación del hundimiento de una lancha tras la embestida de tropas guardafronteras (TGF), en lo que denominó como “incidente en Bahía Honda”, y aseguró que “los resultados se informarán oportunamente con la transparencia y rigor que nos caracterizan”.

Sin precisar el número de muertes (7), ni la edad de la niña Elizabeth Meizoso (2), ni la desaparición de una octava persona, el programa oficialista Mesa Redonda se refirió a los hechos dando voz a oficiales del Ministerio del Interior (MININT) y funcionarios del régimen, pero silenciando a las víctimas y sus familiares.

“En función del total esclarecimiento de las circunstancias en que ocurrieron estos hechos, estamos desarrollando una minuciosa investigación con la participación de las fuerzas profesionales que se requiere en esta investigación”, indicó la teniente coronel Imadra Oceguera Cull, jefa de Departamento de la Dirección de Tropas Guardafronteras.

Asimismo, aseveró que los resultados “se informarán oportunamente con la transparencia y rigor que nos caracterizan”, y lamentó “profundamente la pérdida de vidas humanas que ocurrieron en estos hechos”, pero sin detallar lo sucedido, nombrar a los responsables de la investigación ni identificar a las víctimas.

“La misión principal de las TGF es proteger la vida humana en el mar”, señaló la uniformada, que puso como ejemplo una operación realizada al día siguiente del hundimiento en Bahía Honda, en la que se rescataron a 28 cubanos a la deriva, tras haber sido abandonados por presuntos “traficantes de personas”.

Para las autoridades cubanas, estas operaciones se combinan en ocasiones con tráfico de drogas y de armas, y quienes las realizan son “elementos delincuenciales que residen en Estados Unidos”, movidos por ánimo de lucro y sin que les interese la vida humana.

“Los hechos fatales que han acontecido son consecuencia directa de la actitud irresponsable, agresiva, negligente de los traficantes de personas”, dijo Oceguera Cull afirmando que estos traficantes han llegado a disparar a los guardafronteras y realizado maniobras peligrosas, intentando incluso colisionar las embarcaciones de las TGF.

Sin embargo, la versión del régimen cubano, que asegura que la lancha de Bahía Honda entró en aguas territoriales como parte de una operación de tráfico humano se contradice con el testimonio de José García, el padre del joven de 27 años fallecido en el suceso, Yerandi García Meizoso.

Según contó García a América TeVe, el sábado 29 de octubre una lancha proveniente de Estados Unidos se adentró en aguas de la localidad de Bahía Honda para recoger a una veintena de cubanos de tres familias cuyos miembros en Miami organizaron la extracción, sin que hubiera pago ni intermediario alguno.

Testimonios de sobrevivientes de los hechos son rotundos en señalar que fueron embestidos por la embarcación de las TGF hasta en dos ocasiones. En la primera, por la popa, rompieron los motores de la lancha, y en la segunda embistieron y partieron por la mitad la embarcación, golpeando y arrojando al mar a sus ocupantes.

"Después nos embistió y la partió al medio. (...) Hubo ahogados. Mi niña estaba ahí también. Se ahogó; se dio muchos golpes. Yo también. Mi hermano estaba ahí; mi cuñada, que está embarazada, igual. Todo el mundo recibió golpes", explicó Diana Meizoso, la madre de la niña Elizabeth.

“Nos fueron arriba con todo, a matarnos”; “Esa fue la cosa más triste de la vida que pudieron hacer esas personas, no hubo necesidad de haber hecho eso, ya que estábamos parados en el puesto”, lamentaron este lunes los sobrevivientes de unos hechos que el régimen y la embajada estadounidense en La Habana calificaron de “accidente”.

Lejos de darles la posibilidad de ofrecer su versión a las víctimas y sus familiares, la prensa oficialista cubana refleja la versión oficial de las autoridades del régimen, que prometen investigar unos hechos que la opinión pública ya conoce, por mucho que Randy Alonso se empeñe en decir que circulan rumores, mentiras y manipulaciones sobre estos hechos en las redes.

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