Un dependiente de un mercado le arrojó un recipiente con agua a una anciana en una cola en La Habana.
El hecho ocurrió en el consejo popular Tamarindo, en el municipio Diez de Octubre, cuando la usuaria quiso adquirir el polvo para batido que les tocaba a los niños de su familia, y el empleado se lo negó. Ambos iniciaron una discusión, y él le tiró el líquido a la señora.
El incidente fue denunciado en el I Taller de Atención Ciudadana del sector, organizado por el gobierno y la Dirección Estatal de Comercio de la capital, donde también se expuso la queja de un cliente del Cotorro que para solucionar su situación tuvo que irse hasta Centro Habana, víctima del acostumbrado peloteo de la burocracia cubana.
Glenis González Almaguer, directora de Comercio, citó entre los principales reclamos de la población la falta de información sobre productos y servicios, el desabastecimiento de productos, atrasos en la distribución de la canasta básica, demoras en la reposición de víveres por robo, violaciones de precio y peso en la entrega de artículos, incumplimiento del horario de servicio, mala calidad y bajo peso del pan normado y mal trabajo de los grupos de Lucha Contra Coleros (LCC).
Según reportó el semanario Tribuna de La Habana, los mayores problemas se dan en las cadenas de tiendas Caribe y CIMEX, donde se incumplieron las regulaciones para cinco productos seleccionados -pollo, picadillo, aceite, salchichas y detergente-, los cuales no llegan a todos los núcleos, mientras aumentan la componenda y el acaparamiento.
Los cubanos pasan días enteros en largas colas bajo el sol, el calor o la lluvia, para poder adquirir alimentos.
Recientemente el periodista independiente Adrián Martínez Cádiz, corresponsal en La Habana del medio de noticias de la Iglesia Católica EWTN, denunció que su madre hizo una semana de cola para comprar dos paquetes de pollo normado.
"Mi madre hoy pudo comprar pollo, luego de más de una semana de cola. Sí, una semana. Marcó en la cola el lunes 24 de octubre y ha asistido al CUPET donde venden el pollo todos los días hasta hoy para mantener el turno", se quejó.
Por otra parte, en Holguín, los trabajadores de la salud hicieron una enorme cola durante cuatro horas para comprar una libra de salchichas a 140 pesos, que les vendieron en el Hospital General Universitario Vladimir Ilich Lenin.
"Luego de no trabajar por falta de insumos, los trabajadores del Hospital Provincial de Holguín literalmente se ¡apiñan! por dos libras de salchichas troceadas, al sol tropical", publicó en Twitter el internauta identificado como David David.
En no pocas colas se producen discusiones y conflictos que a veces llegan a peleas, que no son más que una muestra de la desesperación de gran parte de la población cubana por la escasez de alimentos y sus altos precios.
En abril, una cola para comprar aceite en Centro Habana terminó en una riña tumultuaria, en la que tuvieron que intervenir varios oficiales de la Policía.
Los hechos ocurrieron frente a la tienda El Bodegón, en la que una multitud de vecinos esperaba para poder comprar el aceite normado a 50 pesos.
En julio, decenas de personas se revelaron contra la policía en la barriada de Managua, en el municipio habanero de Arroyo Naranjo, luego de que un oficial presuntamente agrediera a una embarazada en una cola para comprar alimentos.
En el grupo de Facebook "Las Guasimas.Managua.Cuba", se afirmó que el agente incluso "echó spray, sacó la pistola", tras lo cual varias personas se le abalanzaron encima y tuvo que pedir refuerzos.
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