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AN-2 accidentado en Everglades volcó en aterrizaje forzoso

Investigación preliminar determina que el Antonov quedó "sustancialmente dañado".

AN-2 cubano accidentado en los Everglades © Local 10 News
AN-2 cubano accidentado en los Everglades Foto © Local 10 News

Este artículo es de hace 1 año

Un informe preliminar de la Junta Nacional de Seguridad en el Transporte de Estados Unidos (NTSB, por sus siglas en inglés) determinó que el AN-2 cubano siniestrado en los Everglades quedó "sustancialmente dañado", tras volcarse en el intento de aterrizaje forzoso en un dique del conocido pantano de Florida.

El avión siniestrado fue el usado por el piloto Rubén Martínez para escapar de Cuba el 21 de octubre, volando desde Sancti Spíritus hasta Florida, cubriendo el trayecto en tres horas y siendo detenido por autoridades federales, que lo mantienen bajo custodia, a la espera de la decisión de un juez, que decida su deportación; como exige La Habana o su permanencia en Estados Unidos, como reclaman compañeros aviadores y parte de la emigración.

El Antonov volaba el 14 de noviembre desde el aeropuerto de entrenamiento y transición Dade - Collier (TNT) hasta el campo de vuelo Ejecutivo de Fort Lauderdale (FXE), operado por dos pilotos, que resultaron ilesos, y habían sido subcontratados por una empresa norteamericana de bienes incautados, que la investigación no identifica.

Poco después del despegue, los pilotos notaron que el avión producía más humo del habitual, pero continuaron vuelo hasta que el motor del AN-2 comenzó a perder potencia y el avión a descender, cuando sobrevolaban un canal, delimitado por un dique, que atraviesa los Everglades.

Sobre la una y media de la tarde del 14 de noviembre, cuando el avión estaba a unas 15 millas al oeste del Aeropuerto Ejecutivo Miami-Opa Locka (OPF), el piloto alineó el avión con el dique e intentó aterrizar, pero cuando el tren (principal) de cola estaba a punto de tocar la superficie del muro, el AN-2 giró a la izquierda, y empezó a rodar por uno de sus márgenes, entró en contacto con el agua y volcó, detallaron los expertos.

El avión, que no explotó ni se incendió en el aterrizaje forzoso, fue inspeccionado previamente por los pilotos encargados de su traslado a Fort Lauderdale, y taxeó y rodó por la pista de despegue con normalidad.

El 14 de noviembre, en el lugar y hora del accidente, la visibilidad era de 10 millas, temperatura de 28 grados Celsius, pocas nubes bajas y vientos de 9 nudos.

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Carlos Cabrera Pérez

Periodista de CiberCuba. Ha trabajado en Granma Internacional, Prensa Latina, Corresponsalías agencias IPS y EFE en La Habana. Director Tierras del Duero y Sierra Madrileña en España.


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