APP GRATIS

Con Miami siempre hay un Run Run

Si Miami no existiera, Cuba habría estallado hace rato; pero la narrativa zurda y rosada miente una y otra vez para congraciarse con la dictadura más vieja de Occidente; ayudada por agentes de influencia, gusañeros y bobos solemnes del tardoanticastrismo.

Miami bajo la lluvia © CiberCuba
Miami bajo la lluvia Foto © CiberCuba

Este artículo es de hace 1 año

Pese a ser un ejemplo de libertad, prosperidad y solidaridad, Miami es el blanco favorito de La Habana; fuego graneado al que contribuyen cínicamente agentes de influencia, gusañeros y -absurdamente- bobos solemnes del tardoanticastrismo.

Si Miami no existiera, Cuba habría estallado hace rato; pero la narrativa zurda y rosada miente una y otra vez para congraciarse con la dictadura más vieja de Occidente, que los contempla orgullosa y jalea a decrépitos ideológicamente y oportunistas y a malcriadas pepillitas.

La culpa no es solo del chachachá de Línea y A, sino de la oligarquía emigrada que, como toda agrupación con fines de lucro judeocristiana -por mi culpa, por nuestra culpa- ha sido incapaz de financiar la Inteligencia anticastrista porque no consigue superar su pecado original de haber sufragado al M-26-7, incluida la compra del yate Granma, rendiciones de cuarteles en Oriente y Camagüey y el descarrilamiento del tren blindado en Santa Clara.

La oligarquía post revolucionaria de Miami; incluidos hombres de negocio, artistas y celebridades acaudaladas, imitan -selectivamente- la indiferencia de sus antecesores que, obsesionados por echar al negro Batista; pactaron con Estados Unidos el advenimiento del rubito de Birán, que se los templó a todos, allí donde tu sabes.

La penúltima contribución de la ciudad letrada estadounidense -objetivo prioritario de la Inteligencia cubana- es el libro Cuban Privilege, un ataque a Cuba; coincidiendo con tesis de La Habana y en el peor momento de la casta verde oliva y enguayaberada; que se confiesa consternada por la emigración y la delincuencia; tras 64 años produciendo hombres que juraron serían como el Che, pero solo son simuladores y emigrantes.

El problema no es que una socióloga estadounidense publique un libro infantiloide anticubano y procastrista; son tantos que ya hemos perdido la cuenta, sino que los ricos viejos y nuevos de Miami no se hayan atrevido a financiar la contrarrevolución, pese a tener la ventaja de abundante capital humano y proyectos de variado signo ideológico y cultural.

La apaleada oposición recibe escaso y selectivo financiamiento estadounidense, europeo y latinoamericano; obviamente, quien paga manda, y los intereses de los financiadores no coinciden con las necesidades y prioridades del anticastrismo, que comete errores; pero no los horrores y atropellos de la dictadura.

La emigración cubana ha sido un ejemplo de creación de riqueza y bienestar, de trabajo esforzado y solidaridad permanente con sus familias y amigos, rehenes en la cárcel hambrienta de felicidad, sosiego, comida y medicinas; pero sigue siendo acéfala políticamente, debido a la orfandad que sufre a manos de sus millonarios compatriotas, políticos miopes o camancoleros y las obligaciones diarias que impone el dinamismo capitalista.

Que entidades políticas y medios de comunicación cubanos tengan que pasar por al aro financiero de gobiernos y fundaciones extranjeras para sobrevivir haciendo magia aritmética, es la mejor noticia para La Habana que -pese a exhibir dilatada trayectoria jinetera- no duda en rasgarse las vestiduras, acusando de mercenarios a sus opositores y críticos

Ningún estado o político extranjero son de los nuestros, sino de sus intereses creados y dineros; palmaditas en los hombros y confesiones en la intimidad a sus empleados predilectos no resolverán el drama de Cuba; menos aún cuando la polarización política mundial ha hecho carne en parte del tardoanticastrismo, persuadida que solo debe hablar con supuestos afines ideológicos, cual hijos del totalitarismo jesuítico en que se criaron.

Gobiernos de Estados Unidos, Canadá y Europa apuestan por la reforma y evolución del tardocastrismo hacia una partitocracia al uso; un putinismo sin misiles atómicos, abudancia de cerveza, carne de puerco y telenovelas y; si algún opositor osa subirles la parada, entonces arguyen que el problema es que "hablar de derechos humanos con el gobierno cubano es muy complicado".

La pretensión de esgrimir un diccionario diferente para hablar con la tiranía es una cobardía y un acto de complicidad con quienes joden la vida a millones de cubanos y cuyo único objetivo real es ganar tiempo y permanecer en el poder todo el tiempo.

Algunos medios de comunicación independientes e influencers suelen cometer el error de mezclar opinión y juicios de valor con información e imprimen un sesgo de intencionalidad a sus notas, confundiendo sus deseos con la realidad y convirtiendo a villanos en héroes; cual copia fiel de sus antónimos tardocastristas.

La nación está en peligro de extinción, pero ni asi se conmueven acaudalados cubanos, soñando siempre con volver a la Siguaraya; vía pacto con el tardocastrismo o después que los cubanos que no tienen nada que perder; salvo la OFICOLA y las MTTs, les hagan el trabajo sucio.

Que haya corruptelas, desunión y gatos de la Seguridad del Estado merodeando los ratoncitos, no justifica el insensato egoísmo de quienes pueden y deben salvar a Cuba en su hora más aciaga y en manos de mediocres corruptos.

El tardoanticastrismo padece tres grandes grupos que, a su vez, se dividen y subdividen en categorías; aunque unidos todos por frustraciones personales y egos insatisfechos:

1) Agentes ilegales y de influencia; extranjeros y cubanos; sembrados en ámbitos de interés operativo para Línea y A, que les construye fachadas adecuadas a sus disfraces de académicos y otras fruslerías; siempre con perfil rosado o violento, a conveniencia del Centro Principal.

Agentes de influencia cubanos, cuando acuden a La Habana, guaguanquean con miembros de la casta verde oliva y enguayaberada; que les hace creer que es uno de ellos, y la subguara botellera, que se alegra con el huésped que asume los gastos; mientras ahondan en el análisis del pan con na y la ojalatería. Biden va a abrir. ¡Ojalá, mielmano!

2) Gusañeros (mitad gusanos, mitad compañeros).

a) Cubanos emigrados frustrados por no encontrar salidas y/o reconocimiento profesionales acordes a su formación y anteriores trayectorias laborales, y que asumen la típica pose leninista y católica de supuesta superioridad moral, mirando con desdén a otros emigrados y fingiendo asco ante sus modas y modos. Suelen ser educados y políticamente correctos para que nadie vaya a confundirlos con la metralla.

b) Cubanos emigrados con escaso nivel de instrucción y buen desenvolvimiento económico, pero que solo conciben gozar volviendo regularmente al Cundeamor, donde se sienten importantes a partir de la tenencia de moneda dura y palitos caros con promesas de amor eterno hasta que llegue el próximo corazón con guaniquiqui.

3) Bobos solemnes

a) Guanajos que se escandalizan ante cada tropelía de los piratas del Caribe y elevan la voz ante cada pirueta de los mancilladores de Cuba, como si fuera novedad.

b) Rentes al culo que pasan todo el tiempo con las venas hinchadas, cual papá de Ismaelillo; espantados por lo que dicen está llegando de Cuba en la última oleada migratoria desde la isla náufraga.

Nada raro en la psicología colectiva y persistente desmemoria del cubano; muchos de esos enardecidos, cual Torquemadas recién conversos, llegaron antes de ayer de Cuba, pero se bebieron la Coca Cola del olvido nada más pisar suelo democrático; y malgastan su tiempo libre, proclamando que allá no fueron ni pioneros.

El castrismo es el principal responsable de la destrucción de Cuba y la desventura de millones de cubanos, pero muchos emigrados y hasta opositores contribuyen a la causa, mirando a sus hermanos por encima del hombro y con desdén o compasión.

Miami no es una urbe pujante, iluminada y solidaria únicamente por la apuesta de inversores; sino también por el trabajo y sacrificio; muchas veces mal pagado y nunca reconocido, de la gran mayoría de cubanos anónimos, cuyo principal valor es su propia vida y familias y que fueron arrancados de su tierra y convertidos en caracoles (siempre con su casita a lomos) por el comunismo de compadres.

En esa Cuba mísera y oscura de ahora mismo; hay millones de hermanos sensatos, empobrecidos y resistentes; incluidos muchos de los que aun militan en lo que se llamó revolución, pero que conocen el valor de la honradez, la lealtad y el trabajo fecundo y que subsisten con la nariz tapada desde que salen a la jauría hasta que consiguen volver a casa.

Discriminar al que llegó último solo favorece a La Habana, que ya en 1980 vació cárceles y manicomios para "llenarle de mierda el corazón al manisero" (Fidel Castro dixit vs James Carter); Estados Unidos tiene recursos suficientes y fuerzas especializadas para distinguir al malhechor del emigrante pobre en busca de un sueño, que son mayoría.

¡Bienvenidos cubanos, gracias por resistir y el valor de arriesgar sus vidas en travesías caras y preñadas de peligros!

¿Qué opinas?

VER COMENTARIOS (2)

Archivado en:

Artículo de opinión: Las declaraciones y opiniones expresadas en este artículo son de exclusiva responsabilidad de su autor y no representan necesariamente el punto de vista de CiberCuba.

Carlos Cabrera Pérez

Periodista de CiberCuba. Ha trabajado en Granma Internacional, Prensa Latina, Corresponsalías agencias IPS y EFE en La Habana. Director Tierras del Duero y Sierra Madrileña en España.


¿Tienes algo que reportar?
Escribe a CiberCuba:

editores@cibercuba.com

 +1 786 3965 689


Siguiente artículo:

No hay más noticias que mostrar, visitar Portada