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Cubanos valoran 2022 y avizoran el nuevo año (IV)

Cuarta entrega con opiniones de cubanos sobre 2022 y cómo avizoran el nuevo año.

Presidente de Cuba, Miguel Díaz-Canel Bermúdez © Estudios Revolución
Presidente de Cuba, Miguel Díaz-Canel Bermúdez Foto © Estudios Revolución

Este artículo es de hace 1 año

¿Porqué no confiar en Díaz-Canel y verlo como una esperanza? Newton Briones Montoto, historiador; experto en la República y escritor. Reside en Cuba.

Más allá de consideraciones puntuales sobre un año y otro; me gustaría abordar el análisis a partir de lo publicado sobre la última reunión del Consejo de Ministros, que es un compromiso vigente y eludirlo tiene un costo político. Díaz-Canel debe cumplir para lo que ha sido designado, no hay otra opción.

La única manera de tener autoridad es haciendo lo que debe hacer, el bienestar del pueblo. Otros, tenían detrás una autoridad ganada en otros combates y ello le daba potestad y podían experimentar, este no es el caso. El presidente tiene una dosis de buena voluntad.

Sobre este asunto, la revolución cubana después de 2019, me han preguntado otros, hace un tiempo atrás, Domingo Amuchástegui, y le contesté, “Era el momento de resolver el dilema en ciernes", ¿Cuál?, para adelante o para atrás. Si le da para adelante es un problema, con los de atrás, y para atrás también. Aunque pienso que para adelante es menor el problema.

El ejemplo del hombre del queso es algo sin antecedentes anteriores... Pero si no basta para responder a lo preguntado, te agrego más. Lleva tres años (desde el 10 de octubre de 2019) en el cargo y ha roto moldes establecidos desde hacía mucho. Hormas que parecían inamovibles y poco a poco las ha ido destrabando. Le ha tocado a la vez lo más difícil en el cargo de presidente, la Covid, Supertanqueros de Matanzas, el huracán Ian; que afectó gravemente a Pinar del Río.

Si fuera creyente diría que le echaron brujería. Ha prometido y ha cumplido con tareas difíciles. Sobre lo que se debe hacer, creo, énfasis en lo que se está haciendo, celebrándoselo y comprometiéndose a seguir. ¿Porque no confiar en él y verlo como una esperanza?

Sin salida ni callejón. Felipe Lázaro, editor. Reside en España.

En 2022, Cuba terminó el año en un callejón sin salida, pero en 2023 no habrá salida ni callejón.

Todo por lo que luché, se fue al piso, en un dos por tres. Regina Puertas, jubilada de las Fuerzas Armadas Revolucionarias. Reside en Cuba.

Para mí ha sido un año más de dolor, al ver que, por todo lo que luché hasta mi jubilación, se ha ido al piso en un dos por tres. Creo que ya nada de esto tiene arreglo y me apena por mis compañeros aún activos, que van a sufrir lo que yo he sufrido, cuando se jubilen.

Solo me resta esperar a que nuestro presidente se percate, lo más rápido posible, que tiene que coger en sus manos al GAE y demás corporaciones y verá que sí vamos a mejorar. En 2023 tenemos que romper el corojo, o nos rompen a nosotros.

Capitalismo monopolista de estado. Guillermo Coco Fariñas. Coordinador General del FANTU. Premio “Andrei Sajarov” a la Libertad de Conciencia del Parlamento Europeo. Reside en Cuba.

En 2022 asistimos a la complicidad para sacar del país a gran parte de los jóvenes que protestaron el 11-J y el cinismo de no aceptar las carencias básicas y elementales de los cubanos empobrecidos, mientras, los integrantes de la Junta Militar Neoraulista aseguraban constantemente, que todo mejoraría.

Para 2023, espero el afianzamiento de las actitudes aquí descritas de quiénes desgobiernan a Cuba y la incorporación de otras dos características: se aplicará con mayor rigor la represión a los descontentos y abiertamente, los gobernantes implantarán un Capitalismo monopolista de estado.

El raciocinio no puede ser vencido por la estupidez. Reinaldo Escobar Casas, periodista de 14 y medio y escritor. Reside en Cuba.

Cualquier valoración del año transcurrido pasa por los datos fríos y por la apreciación subjetiva; ocurre como con el clima, donde hay que leer los termómetros y tener en cuenta la sensación térmica. Cruzando ambas evaluaciones me atrevo a decir que 2022 compite con los peores momentos de los últimos 64 años.

Como tengo el proyecto de permanecer en Cuba, estoy casi obligado, para no deprimirme demasiado, a sentirme optimista. Pero ese optimismo trasciende el deseo de que el 23 no sea peor que el 22 (que ya sería bastante) sino que se inclina a la creencia, rayana en la superstición, de que la oscuridad no puede ser más poderosa que la luz, que el raciocinio no puede ser vencido por la estupidez, que la mediocridad, la vulgaridad y el oportunismo tendrán que ceder paso a la lucidez a la audacia intelectual y al decoro de los cubanos.

Escapar al exilio o envejecer en una sociedad sin opciones. Eduardo Mesa Valdés, narrador y poeta; vinculado a la Iglesia Católica. Reside en Estados Unidos.

El año pasado dejó un saldo de cero esperanza, la brutal represión ejercida por el gobierno, las duras penas de cárcel y la modificación del Código Penal no dejan lugar a dudas.

Para los jóvenes la única opción es escapar al exilio o envejecer en una sociedad que no ofrece la más mínima posibilidad de realización personal.

Este nuevo año será igual o peor porque el régimen no quiere iniciar el camino de las reformas que nos puedan conducir a la normalidad democrática y a la oposición se le impide hacerlo. Es inevitable que ocurran nuevas protestas y es muy probable que en las mismas se recurra la violencia de modo creciente.

El papel de la comunidad internacional será crucial para nuestro futuro como nación, la situación de Cuba ya amerita una intervención humanitaria. El 2023 debe ser el año de tomarse muy en serio la concertación urgente de todos los esfuerzos para lograr la libertad de Cuba, el tiempo que perdamos, contribuirá a la prolongación de un régimen comunista que ha demostrado con creces su disponibilidad a cometer cualquier crimen.

Sueño con ver libres a todos nuestros presos políticos. Raidel Fernández, economista y empresario. Reside en República Dominicana.

2022 es un referente histórico que marcó y definió los acontecimientos políticos, económicos y sociales de los últimos 40 años; con el 11J como gran parteaguas socio-político, la meta es lograr el cambio político que añora y deseamos la gran mayoría de los cubanos.

El fracaso de la Tarea de ordenamiento ha provocado una inflación y una depreciación del peso cubano que acrecentó el descontento social hacia la revolución.

La "huida" masiva de cubanos de la cárcel-manicomio fue el fenómeno más dramático y determinante de 2022; la demostración irrefutable que estamos viviendo el fin de la historia de la llamada Revolución de los barbudos. Asistimos a la fase terminal de este largo, sangriento y oscuro período de nuestra historia como nación libre e Independiente que comenzó con el golpe de Estado de Batista del 10 de Marzo de 1952.

En 2023, seguirá la profundización de la crisis sistémica de Cuba, donde gobernantes y gobernados viven como divorciados.

Sueño con ver libres a todos nuestros presos políticos como un primer y necesario paso hacia la nueva patria, en la quepamos todos los cubanos de bien.

Pesadilla orwelliana. Luis Rafael Hernández, director general de Editorial Verbum. Reside en España.

El año 2022 ha sido difícil para todos y especialmente para los cubanos residentes en la isla. Vemos con gran preocupación la gran crisis económica, migratoria y social; una pesadilla orwelliana cuyo reflejo ha llegado también a la literatura.

Recientemente, Verbum publicó autores censurados en Cuba como Carlos Lechuga, Xavier Carbonell o Roberto Batista. Sus obras ayudan a entender mejor lo que sucede en nuestro país, representan la otra cara de la moneda.

En cuanto a 2023, espero que sea un mejor año, que termine la guerra de Rusia contra Ucrania, que no haya otra pandemia de coronavirus ni nada parecido y que Cuba y el mundo avancen.

Durante demasiadas décadas el mundo ha ido rumbo al progreso y Cuba más y más al pasado. Nuestro país no puede seguir en el siglo XVIII, cuando el mundo supera las primeras décadas del XXI.

Cuba necesita de sus jóvenes, que en el país haya oportunidades para todos y posibilidad de disentir y de contribuir al desarrollo desde diferentes posturas; como viene haciendo Verbum desde hace más de treinta años; posibilitando el diálogo de los cubanos de dentro y fuera, en igualdad de condiciones, y se impone que -en Cuba- también haya diálogo.

Violencia social y pérdida de credibilidad del gobierno. Amir Valle, escritor y periodista. reside en Alemania.

Tres aspectos me preocupan de lo vivido por los cubanos en 2022: el ascenso creciente de los niveles de violencia social y de inseguridad ciudadana provocado por la delincuencia individual u organizada; la casi absoluta pérdida de credibilidad del gobierno que insiste en su falsario discurso ideológico de barricada; acompañado de políticas fallidas y la resignación e inopia política del pueblo que, aunque murmura casi unánimemente su descontento social, lejos de enfrentar la realidad, apuesta por el silencio conformista o por el exilio.

El cambio de discurso de uno de los sectores más importantes en la generación del pensamiento social que ha servido de soporte a la dictadura desde sus inicios, los intelectuales, cuyos análisis (salvo ilustres y muy contadas excepciones) se despega cada vez más de la realidad y asume, con igual insistencia, el eufemismo escapista como centro de ese discurso o el falsario discurso ideológico de barricada del gobierno.

Sobre 2023 prefiero no hablar. Nunca me han gustado las profecías, y en el caso de Cuba y de un gobierno tan camaleónico y veleta, sumado al reposicionamiento del poder ruso en la región y a los ajustes de geoestrategia política y económica que ello ya está provocando, es asunto de adivinos predecir algo sin equivocarse.

Resistencia no creativa. Jorge Fernández Era, humorista, editor y periodista. Reside en Cuba.

2022 nos enseñó que hay que tener resistencia, no precisamente creativa, para oír a ese señor decir que, lejos de retroceder, hemos ascendido. En el elevador se habrán montado él y otros pocos elegidos. Los demás, la inmensa mayoría de los cubanos, andamos por el sótano sin descubrir siquiera dónde están los cimientos de ese edificio que nos alquilan cada vez más caro.

En 2023 se impone, si no queremos descender al mismísimo infierno, cerrar por peligro de derrumbe, cambiar al jefe de obra y su cuadrilla, reconstruir los sueños y comenzar peldaño a peldaño nuestra ascensión definitiva.

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Carlos Cabrera Pérez

Periodista de CiberCuba. Ha trabajado en Granma Internacional, Prensa Latina, Corresponsalías agencias IPS y EFE en La Habana. Director Tierras del Duero y Sierra Madrileña en España.


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