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Honduras pagará 406 dólares mensuales a maestros cubanos

Durante los 3 años que durará el acuerdo el Ministerio de Educación hondureño destinará alrededor de 1,783,505 dólares a los sueldos de los maestros cubanos.

Clases en Honduras (imagen de referencia) © Captura/La Prensa
Clases en Honduras (imagen de referencia) Foto © Captura/La Prensa

Este artículo es de hace 1 año

El gobierno de Honduras pagará 10,000 lempiras mensuales (unos 406 dólares) en materia de salario a los 123 maestros cubanos desplegados en ese país para instruir sobre le método de alfabetización Yo Sí Puedo.

En total durante los 3 años que durará el acuerdo el Ministerio de Educación hondureño destinará 44 millones de lempiras (alrededor de 1,783,505 dólares) a los sueldos de los maestros, mientras que los alcaldes de los lugares a donde sean enviados aportarán alojamiento, reveló el diario hondureño EL Heraldo, que tuvo acceso al acuerdo firmado por los dos gobiernos.

“Los alcaldes vamos a ayudarles con la habitación, casa y algunos utensilios. El Estado les dará un estipendio de 10,000 lempiras a cada uno de ellos”, confirmó además a ese diario Nelson Castellanos, presidente de la Asociación de Municipios de Honduras (Amhon)

La Ahmon deberá aportar para cubrir al alojamiento 3000 lempiras (122 dólares) por cada maestro cubano.

La información de El Heraldo no precisa si este estipendio mensual irá a parar directamente a manos de los maestros cubanos o si, como sucede en otras misiones, el gobierno de la isla se encargará de administrar estos salarios y sacar de ahí su tajada.

Los maestros de la isla capacitarán a más de 60 mil maestros hondureños distribuidos en los 18 departamentos en el método de alfabetización cubano, según el acuerdo.

La revelación de estas cifras ha reavivado la polémica entre las fuerzas políticas hondureñas, luego de que meses atrás el ministro de Educación, Daniel Sponda, asegurase que no gastarían en estipendios para los docentes cubanos.

Asimismo, a algunos sectores no les parece sensato que maestros que supuestamente vienen a capacitar permanezcan durante tanto tiempo en el país, ni infieran semejante gasto al presupuesto nacional.

Muchos, además, temen el sesgo ideológico de la instrucción cubana.

“Necesitamos la colaboración de otros países en educación y salud. Pero traer a 123 maestros me parece bastante, quiero pensar que los cubanos no vienen a sustituir espacios laborales, sino a formar una plataforma”, comentó Nelson Cálix, director del Instituto Técnico Honduras (IHT).

Cálix considera inaudito traer a más de 120 maestros cubanos porque su función únicamente será la capacitación.

Semanas atrás, el Partido Nacional de Honduras había denunciado que los maestros cubanos enviados a ese país funcionan como agentes de injerencia ideológica y advirtió a la población que debe tener cuidado.

A finales de diciembre pasado, al menos 123 maestros cubanos llegaron a Honduras para participar en la campaña de alfabetización que impulsa el gobierno izquierdista de Xiomara Castro.

Los pedagogos cubanos arribaron a Tegucigalpa y fueron recibidos por el expresidente y asesor presidencial, Manuel Zelaya, esposo de la actual mandataria hondureña.

En agosto último, tras el anuncio de este convenio con el gobierno de la isla, se desató en Honduras una encendida polémica ante el temor de que los docentes nacionales perdieran sus puestos de trabajo con la llegada de los cubanos.

El gobierno de Xiomara Castro trató de contener el revuelo causado por la polémica argumentando que los cubanos solo apoyarían, pero no pondrían en riesgo los puestos de trabajo de los profesionales hondureños.

“Son técnicos los que vendrían, y ellos van a fortalecer el conocimiento de los compañeros que van a facilitar (las clases)”, indicó en esa ocasión el viceministro de Educación, Edwin Hernández.

Hernández aseguró, además, que los cubanos implementarían el método de alfabetización Yo Sí Puedo, que ya había sido puesto en práctica en ese país durante la administración de Manuel Zelaya.

También dijo que la llegada de estos maestros no significaba “una gran erogación al Estado, comparado con el beneficio de eliminar el analfabetismo y desarrollar la segunda parte del ‘Yo sí puedo’ que es ‘Yo sí puedo avanzar’”, la cual -según explicó- permitirá que en un menor tiempo los adultos puedan cursar su educación básica y estudiar una carrera.

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