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La presidenta de Honduras, Xiomara Castro, declaró “nulas” las elecciones generales celebradas el pasado 30 de noviembre, luego de que su candidata y heredera política, Rixi Moncada, quedara en tercer lugar con el 19,3 % de los votos, muy por detrás de los dos principales contendientes.
El Consejo Nacional Electoral (CNE) aún no ha concluido el escrutinio, pero con el 97 % de los votos contados, el empresario conservador Nasry Asfura, respaldado por el presidente estadounidense Donald Trump, lidera con 40,5 %, seguido muy de cerca por el liberal Salvador Nasralla, con 39,1 %.
Apenas 40.000 votos separan a ambos candidatos, en una elección marcada por denuncias de fallos tecnológicos, ataques cibernéticos e inconsistencias en miles de actas.
El domingo, el partido oficialista Libre, liderado por Castro, exigió la “anulación total de las elecciones” y llamó a movilizaciones, huelgas y protestas, acusando al sistema electoral de haber sido “manipulado con injerencia extranjera”.
La decisión fue respaldada este lunes por la propia presidenta, quien, en un mensaje transmitido desde Casa Presidencial, aseguró que “el proceso está viciado y no refleja la voluntad popular”.
Castro, aliada política de los regímenes de Nicolás Maduro en Venezuela y Miguel Díaz-Canel en Cuba, acusó a la oposición y a “potencias extranjeras” de intervenir en el conteo de votos para evitar la continuidad de su proyecto político.
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Por su parte, la presidenta del CNE, Ana Paola Hall, pidió a los partidos mantener la calma y recordó que la ley otorga 30 días para oficializar los resultados.
La Misión de Observación Electoral de la OEA instó al organismo a acelerar el conteo “para poner fin a la incertidumbre”, aunque descartó por el momento que existan pruebas de fraude masivo.
Mientras tanto, el CNE ha ordenado revisar más de 2.000 actas con inconsistencias y contabilizar los votos emitidos en el extranjero, principalmente en Estados Unidos, donde viven más de 400.000 hondureños habilitados para votar.
El clima político se mantiene tenso en Tegucigalpa y otras ciudades del país, donde seguidores del partido Libre han bloqueado vías y exigido la repetición de los comicios.
Los observadores internacionales alertan de que el llamado de Castro a desconocer las elecciones podría agravar la crisis institucional en el país centroamericano.
Si el CNE confirma los resultados actuales, Honduras pasará de un gobierno de izquierda a uno conservador, liderado por Nasry Asfura, cercano al expresidente Juan Orlando Hernández y al Partido Nacional.
Desde Washington, el Departamento de Estado, encabezado por Marco Rubio, llamó al respeto de los resultados electorales y a “preservar la institucionalidad democrática”.
Por su parte, gobiernos aliados de Castro como Venezuela y Nicaragua respaldaron la denuncia de “fraude electoral” y cuestionaron la transparencia del proceso.
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