La crisis de seguros de vivienda se han extendido a Florida, con decenas de compañías declaradas insolventes, lo que ha obligado a cientos de miles de familias a pagar primas más elevadas o a quedarse sin cobertura.
El sector de seguros de vivienda, en crisis desde hace varios años, se agudizó tras el paso del huracán Ian, que causó la segunda mayor pérdida asegurada de la historia, con daños estimados entre 50,000 y 65,000 millones de dólares, de acuerdo con un reportaje de Fox Business.
En medio de un contexto complejo donde más de media docena de aseguradoras privadas ya se han declarado insolventes en el último año, otra media docena se tambalea y otras acaban de abandonar el estado, el gobernador de Florida, Ron DeSantis, intenta atraer más compañías de seguros privadas al estado, para tapar un enorme agujero en las pólizas disponibles para los propietarios de viviendas que se están quedando sin opciones.
Ante la inexistencia de seguros de hogar asequibles los ciudadanos han debido inscribirse en la aseguradora estatal de último recurso Citizens Property Insurance Corp, con pólizas que pueden llegar a costar hasta 6,000 dólares al año y no incluyen protección contra inundaciones.
Las aseguradoras que han permanecido en Florida han endurecido sus requisitos de elegibilidad y, en algunos casos, han dado de baja a asegurados que no cumplían las normas más estrictas.
La aseguradora pública estatal de último ya cuenta con más de un millón de clientes pues es la única opción en algunos lugares del estado y, como consecuencia, se calcula que el 12% de los floridanos no tienen seguro de hogar, algo que podría suponer un gran riesgo con la cercanía del inicio de la temporada de huracanes.
Además, el 9% de las demandas a aseguradoras en todo el país provienen de Florida, y el 79% se deben a demandas de seguros de hogar.
Entre los proyectos de ley aprobados para hacer frente a la crisis, y estabilizar el mercado de seguros, el gobierno puso fin a los denominados honorarios de abogado unidireccionales, que obligaban a las aseguradoras a pagar a los demandantes si perdían un pleito, pero no al revés.
Otro cambio clave se centra en las reclamaciones fraudulentas de techos que son posibles cuando los propietarios firman su "cesión de beneficios" a un contratista sin escrúpulos que demandará por reparaciones inexistentes.
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