La empresa mixta cubano-española Cárnicas Bravo, cuyas producciones se destinan al mercado en moneda libremente convertible, cerró 2022 con una facturación de 28,4 millones de dólares (26,10 millones de euros).
Bravo, filial cubana de la española Cárnicas Serrano, ha aumentado su oferta en la Isla de elaborados refrigerados y congelados, embutidos y hamburguesas.
Es la primera industria cárnica hispano-cubana, fundada en 1996, que empezó vendiendo sus productos en hoteles, luego se amplió a las tiendas en CUC y ahora lo hace en las de MLC, sin abandonar el sector hotelero.
Esta semana el régimen envió a España una delegación del Ministerio de la Industria Alimentaria encabezada por su ministro, Manuel Santiago Sobrino, para conocer de primera mano la compañía cárnica valenciana; según reportó la compañía en su web.
La carne de cerdo, fresca, refrigerada o congelada, fue el producto español más importado en Cuba entre enero y septiembre de 2022, reveló un informe del Instituto de Comercio Exterior (ICEX).
La Oficina Económica y Comercial de España en La Habana informó de un significativo aumento de la cantidad de cerdo importada en relación con 2021. Si en los primeros nueve meses de ese año se importaron 1,565 euros, en igual periodo de 2022 la cifra fue de 19,488 euros.
España sigue siendo el principal socio comercial de Cuba en la Unión Europea (UE), con una cuota de mercado del 50% y un crecimiento interanual del 27% por encima de la media (15%).
Mientras aumentan las importaciones porcinas procedentes de España, la producción nacional de carne sigue en declive.
Entre los cubanos de a pie la carne de cerdo -importada o no- es un lujo, de ahí que el incremento de las importaciones no haya sido perceptible para la población, ya que se destinan al turismo o a las tiendas en MLC.
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